La bancarrota del NHS obliga a los no comunitarios a pagar antes de ser atentidos

Los hospitales públicos británicos cobrarán, a partir del próximo mes de abril, a pacientes extranjeros que no requieran tratamientos urgentes antes de atenderlos. Así lo anunció esta semana el ministro de Sanidad del Reino Unido, Jeremy Hunt, quien manifestó que no tiene “problema” en que la sanidad pública trate a extranjeros que no sean residentes, pero “siempre y cuando paguen, tal y hagan una contribución justa, al igual que lo hace el contribuyente británico”.

Los hospitales del Sistema Nacional de Salud Británico (National Health Service-NHS) en los que se aplicará la medida, ya cobran a estos pacientes, si bien el pago puede realizarse después del tratamiento u operación, mientras que ahora, mejor dicho, a partir de abril, deberán hacerlo por adelantado. La nueva medida obligará a los pacientes a identificarse en los hospitales, aportando dos pruebas de residencia al menos, como por ejemplo el pasaporte y un recibo, o el carné de conducir y una cuenta bancaria.

En el caso de las consultas urgentes, éstas podrán seguir abonándose después, explicó Hunt.

De momento esta medida no afecta a aquellos extranjeros procedentes de países de la Unión Europea (UE), aunque tras el brexit o salida del Reino Unido del bloque común esto podría cambiar. Quienes requieran un tratamiento no urgente, pero no logren acreditar que son británicos o ciudadanos de la Unión Europa, serán informados de su coste y obligados a abonarlo antes si quieren recibirlo.

Hasta el momento, según informó esta semana la BBC, la factura más alta que no ha sido pagada por un paciente extra comunitario asciende a 300.000 libras (348.000 euros) y corresponde a una mujer nigeriana que dio a luz prematuramente a cuatrillizos en un hospital al oeste de Londres.

En total, los hospitales públicos de Inglaterra gastaron en 2016, 4 millones de libras (4,6 millones de euros) en atender a pacientes extranjeros no europeos, de los cuales solamente 1,6 millones de libras (1,8 millones de euros) fueron reembolsados.

Esta medida se produce después de una semana en la que los responsables del NHS hayan criticado el turismo sanitario, y de la publicación de un estudio divulgado por la BBC que reveló que nueve de cada 10 hospitales públicos ingleses han estado saturados desde el pasado mes de diciembre. Teóricamente, a fin de minimizar el riesgo de contagio de infecciones, como la gripe, los hospitales no deberían tener más del 85 % de las camas ocupadas. Sin embargo, como cita el canal público, 137 de 152 hospitales han ocupado más camas desde el pasado mes de diciembre, lo que provocado largas esperas para recibir los tratamientos e incluso operaciones canceladas en el último instante.
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