Publicado en El Español María M.H. se encontraba ya en el paritorio, con la oxitocina y el suero puestos y con ocho centrímetros de dilatación, cuando un miembro del tribunal de selección de la oposición a Enfermería se presentó en el hospital para informarle de que, de no comparecer al primer ejercicio, convocado para ese mismo día, sería excluida del proceso selectivo. La mala suerte quiso que, aunque la oposición de acceso al Servicio Madrileño de Salud (Sermas) en la categoría de diplomado sanitario/enfermera había sido convocada mucho tiempo antes, en agosto de 2012, fuera el 4 de octubre de 2014 para cuando estaba señalado el primer ejercicio, un test de 100 preguntas a contestar en un máximo de 120 minutos. María se había puesto de parto el día anterior, 3 de octubre, de lo cual el tribunal de selección tuvo inmediato conocimiento. Tras el desplazamiento del examinador al propio hospital para advertirla de su exclusión si no se examinaba, la mujer optó por realizar el ejercicio. Ello la obligó a paralizar el parto y a pedir que le aumentaran la anestesia epidural que ya se le había administrado para poder soportar los dolores mientras comparecía a la oposición.