La barbarie de la justicia contra la vida y la profesión médica

¿Cuántos profesionales tratan a sus pacientes y luego nunca más saben de ellos?, ¿el valor que tiene la vida de un niño depende del futuro que vaya a tener? El Tribunal de Justicia Europeo ha refrendado al británico, que ha vuelto a demostrar que para la justicia la vida puede valer únicamente por la utilidad que tiene o tendrá.

Charlie Gard es un niño que ni oye ni se mueve porque sufre una enfermedad mitocondrial que causa el debilitamiento progresivo de sus músculos, además de daños cerebrales. La semana pasada la justicia británica dio permiso para que los médicos del Hospital Great Ormond Street de Londres desconecten al pequeño del soporte vital que le sostiene con vida, contra la voluntad de los padres.

Los padres, Chris Gard y Connie Yates, abrieron una colecta pública que recaudó en una campaña de pequeñas donaciones -con la participación de más de 80.000 personas, 1,2 millones de libras (1,4 millones de euros) para llevar al niño a Estados Unidos, a un tratamiento experimental.

Es muy difícil pedirle a alguien que trate a un bebé que no tiene ninguna posibilidad de sobrevivir o de mejorar su calidad de vida“, han asegurado fuentes oficiales del hospital según la BBC. El juez Nicholas Francis aseguró que tomó su decisión “con la mayor de las tristezas“, pero con “la absoluta convicción” de estar haciendo lo mejor para el bebé, que merece “una muerte digna“.

Charlie Gard será desconectado de la vida porque la justicia británica, y también la europea, no quiere entender que el valor de su vida no depende del resultado de sus estudios o de lo que podría aportar a las arcas públicas con sus ingresos. ¿Habrá usurpado el juez toma la decisión que Charlie tomaría?, ¿por qué sabe el juez de Charlie no es feliz al lado de sus padres?

Retraso en la “ejecución” 
Un vídeo difundido por los padres pidiendo ayuda parece haber surtido efecto contra las prisas del Great Ormond Street Hospital por acabar con la vida de su hijo sin tan siquiera dejárselo llevar a casa para morir. La madre anunció una prórroga para la vida del pequeño a través de Facebook.

El Ejército de Charlie, una iniciativa mundial bajo el hastag #JeSuisCharlieGard, parece estar ganando la batalla, recordando que la prórroga concedida es la mejor prueba de que la situación en la que se encuentra actualmente Charlie no es un “ensañamiento terapéutico”, sino de sostén vital.

El propio Papa Francisco puso un tuit sobre el caso asegurando que “defender la vida humana, sobre todo cuando está herida por la enfermedad, es un compromiso de amor que Dios pide a todos los hombres”, y el Cardenal Carlo Caffarra decía en una entrevista a Il Gironalehemos llegado a los últimos límites de la cultura de la muerte. Son las instituciones públicas, los tribunales, quienes deciden si un  niño tiene o no el derecho a vivir. ¡Incluso contra la voluntad de sus padres!. Hemos tocado el fondo de la barbarie”.

..Lola Granada

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