Las prisas en la selección de fármaco es una de las causas más comunes en los errores de medicación, las urgencias son uno de los focos donde la identificación debe ser inequívoca, clara y cualquier ayuda aumenta la seguridad del paciente.
Medicamentos como Adrenalina, Atropina, Naloxona, Dobutamona, Isoproterenol o Haloperidol son algunos de los fármacos más habituales de situaciones urgentes. Sus envases son sensiblemente parecidos, las ampollas del mismo color y los tamaños muy parecidos. Dado que se encuentran ubicados en los lugares de gestión de emergencias como los propios servicios de urgencias, ambulancias o quirófanos, las opciones de cometer un error son frecuentes y las consecuencias irreversibles.
Son errores humanos favorecidos por cuestiones evitables. Tomar medidas básicas para favorecer la eliminación de errores es determinante, es una cuestión de normalización y protocolo.
Lo mismo sucede con los medicamentos que están en los domicilios, el diseño, el color, el tamaño de la caja, de las cápsulas, de los jarabes… cualquier pista sobre lo que el paciente está tomando es un beneficio directo. Todas las agencias y los expertos coinciden en la necesidad de tener medicamentos que tienen la misma composición que tengan el mismo aspecto, y medicamentos distintos con aspectos distintos.
A partir de enero de 2019 hay una normativa europea que exige dos medidas de seguridad antifraude, es el momento de incluir medidas de isoapatiencia para mejorar la seguridad del paciente.
Es el Ministerio de Sanidad quien tiene la potestad de aplicar alguna de las diferentes propuestas de sociedades científicas, expertos o asociaciones para exigir la normalización de las cajas, que por una cara puede tener una identificación común y por otro una personalización.
..Alfonso González