Publicado en Con Salud A finales de 2016, se estima que había en el mundo 36,7 millones de personas infectadas por el VIH y que, de estas, 19,5 millones tenían acceso al tratamiento antirretroviral. Si se toman correctamente, los fármacos controlan la infección, pero si no el virus puede desarrollar resistencias a los medicamentos, que dejar de ser efectivos. Estas resistencias, además, pueden ser transmitidas, por lo que una persona que se infecta por primera vez puede hacerlo directamente con un virus resistente. La OMS ha constatado que hay países de ingresos bajos y medios en los que más del 10% de las nuevas infecciones son causadas por un virus resistente. Esta tasa es aún más elevada en personas que anteriormente han recibido fármacos antirretrovirales, como por ejemplo las embarazadas que los toman para prevenir la transmisión del VIH a sus hijos. Si la situación no cambia, se calcula que en el periodo 2016-2020, las resistencias del VIH podrían causar, solo en el África Subsahariana, 105.000 nuevas infecciones, 135.000 muertes por sida, y unos costes adicionales de 650 millones de dólares en fármacos.