Se podría decir que los procesos por los que los médicos llegan a realizar diagnósticos son propios para cada médico, pero básicamente se postulan dos formas de aproximación diagnóstica (1,2). Una forma analítica en la que el médico sigue un proceso de reflexión y análisis de las probabilidades (3) de los diferentes diagnósticos basándose en la presencia y ausencia de signos y síntomas (el teorema de Bayes y análisis de regresión lo representaría de forma matemática). Y una forma “heurística” o mediante atajos, en la que el clínico usa el reconocimiento de patrones que conforman los casos en su experiencia previa. Esta última parece ser la forma más utilizada en la práctica clínica (4). Probablemente, lo que más se acerca a la realidad, es una mezcla de ambas formas de razonamiento, tanto en los médicos de familia como en aquellos médicos que trabajan en un ámbito hospitalario.
A pesar de razonar de igual manera, concedemos diferente relevancia al diagnóstico unos y otros. A mi juicio, debido a que en Medicina de Familia tenemos prioridades diferentes en cuanto al paciente y a la población.
..Dr. Antonio Ruiz Sánchez. Experto en técnicas diagnósticas y procedimientos terapéuticos
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