En los adultos mayores con cáncer, que intentan aprovechar al máximos los días que de vida les pueda quedar ante una de las enfermedades más imprevisibles y al mismo tiempo devastadoras, la estabilidad económica, el disfrute del ocio y la actividad física podrían influir significativamente en su calidad de vida, y es que así se desprende de un reciente estudio realizado en Estados Unidos.
Se estima que casi dos tercios de los 15 millones de pacientes oncológicos del mundo tienen 65 años o más, según los autores del estudio y, del que se ha hecho eco la revista Cancer.
Como afirma la autora principal, María Pisu, de la Universidad de Alabama en Birmingham, en esos casos “hay muchas cuestiones que suelen pasar desapercibidas, como los problemas económicos, la falta de contención social y los síntomas sin aliviar, que tienen un impacto tremendo en la evolución y la calidad de vida”.
Su equipo entrevistó a un total de 1.457 mayores con enfermedades oncológicas sobre distintos factores físicos, psicológicos y sociales. La mayoría eran jubilados, el 62% tenía esposo o esposa y estudios universitarios. Tenían 74 años de promedio, entre 65 y 99 años. A la mitad les habían diagnosticado el cáncer por lo menos hace 19 meses. Los tumores más comunes eran el de mama y próstata. El 28% de los casos recibía tratamiento al momento de participar de la encuesta.
“Los pacientes sin contención emocional suficiente a menudo tienen más problemas para acostumbrarse y superar el diagnóstico de cáncer, que, con los tratamientos y las consultas frecuentes pueden generar una enorme carga económica”, toda una serie de circunstancias que “afecta la percepción de bienestar de los pacientes”, agregó.
Los factores que estaban más asociados con un mal pronóstico de calidad de vida eran el dolor grave, la fatiga, la alteración del sueño a la semana previa a la encuesta y otras patologías. La actividad física demostró ser importante para la mejoría de la calidad de vida física, como así también la asistencia de cuidadores con las actividades físicas en los períodos de fatiga.
En cambio, la gravedad de síntomas como la fatiga y los trastornos del sueño, además de la falta de contención emocional o seguridad económica, fueron las principales causas de la mala calidad de la salud mental.
A tenor de los resultados, se pone de manifiesto la evidencia de que los pacientes oncológicos necesitan contención emocional, social o económica, tal y como considera la Dra. Preeti Malani de la Universidad de Michigan en Ann Arbor, y que no participó del estudio.
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