Dormir no solo bien, sino también el tiempo suficiente, como son las ocho horas recomendadas por la noche es vital para tener una buena salud. Por ello, tanto la calidad, como la cantidad del sueño deben ir “de la mano” para que no que tenga repercusiones en nuestro quehacer diario, y a la larga, en nuestra salud. Dormir menos de las ocho horas recomendadas por la noche se asocia a una mayor presencia de pensamientos intrusivos y repetitivos, como los que se observan en la ansiedad o la depresión, y es que así se desprende de una investigación realizada por la Universidad de Binghamton (Estados Unidos).
El estudio, publicado en la revista ScienceDirect, evaluó el momento y la duración del sueño de un conjunto de individuos con niveles de moderados a altos de pensamientos negativos repetitivos, como por ejemplo preocupación. Asimismo, los participantes fueron expuestos a diferentes imágenes destinadas a desencadenar una respuesta emocional; mientras tanto, los investigadores midieron su nivel de atención a través de sus movimientos oculares.
De este modo, los investigadores descubrieron que las interrupciones regulares del sueño se asociaban con una mayor dificultad de desviar la atención de la información negativa, y esto puede significar que el sueño inadecuado es parte de lo que hace que los pensamientos intrusivos negativos se queden e interfieran en su vida.
“Encontramos que los participantes en este estudio tienen algunas tendencias a tener pensamientos atormentados en sus cabezas, y su elevado pensamiento negativo les dificulta desconectar de los estímulos negativos a los que fueron expuestos”, afirma Meredith Coles, principal autora del estudio.
Así, mientras que otras personas pueden recibir información negativa y seguir adelante, estas personas “presentaban problemas para ignorarla”, indica, quedando más expuestas a diferentes tipos de trastorno psicológico como la ansiedad o depresión.
El momento y la duración del sueño también pueden contribuir al desarrollo o mantenimiento de los trastornos psicológicos
“Con el tiempo nos dimos cuenta de que esto podría ser importante: este pensamiento negativo repetitivo es relevante para varios trastornos, como la ansiedad, la depresión y muchas otras cosas”, concluye Coles.
Los investigadores siguen explorando este hallazgo, evaluando cómo el momento y la duración del sueño también pueden contribuir al desarrollo o mantenimiento de los trastornos psicológicos. Si sus teorías son correctas, su investigación podría permitir a los psicólogos tratar la ansiedad y la depresión cambiando los ciclos de sueño de los pacientes para conseguir que duerman más.
La depresión con 322 millones de personas afectadas, en el mundo es la mayor causa de mala salud y de discapacidad
Con 322 millones de personas afectadas, la depresión es la mayor causa de mala salud y de discapacidad en el mundo. Para la economía mundial supone un costo de 1 billón de dólares anuales, calculados en función de los gastos sanitarios que genera, la pérdida de productividad por el ausentismo laboral, y de potencial cuando los afectados son niños o jóvenes.
En España alrededor de 2,4 millones de personas están diagnosticadas de depresión mayor pero, de éstas, se calcula que solamente el 28% sigue correctamente el tratamiento prescrito por su médico.
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