..Juan Pablo Ramírez.
..Cristina Cebrián. (Fotografía y vídeo)
Este domingo comienza el Congreso de la Sociedad Española de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias (SEMICYUC). Su presidenta, la Dra. María Cruz Martín Delgado, jefa de Servicio de Cuidados Intensivos en el Hospital de Torrejón, explica los principales asuntos que se tratarán en la reunión: el trabajo multidisciplinar, el seguimiento de los pacientes fuera de las UCI, las unidades específicas de determinadas especialidades, las bacterias multirresistentes y los proyectos Zero, la medicina personalizada…
¿Cuáles son las principales novedades que se van a presentar en el Congreso de Semicyuc que comienza este domingo?
Durante estos tres días vamos a hablar de los temas clásicos, de las patologías más frecuentes en nuestros servicios de medicina intensiva. Quizás más que novedades se va a hacer énfasis en determinados aspectos cómo lo que ha ocurrido con el síndrome respiratorio del adulto. Llevamos mucho tiempo trabajando sobre él, qué avances ha habido y en que situación nos encontramos. Va a haber temas con participación no solo de nuestros compañeros y de las enfermeras, sino también los pacientes y sus familias. Hay una mesa redonda en la que se va a hablar de cómo perciben los cuidados intensivos. Vamos a tratar las catástrofes que ha habido en los últimos años, como los atentados terroristas, qué respuesta se debe dar, porque muchos de estos pacientes o víctimas han acabado en unidades de cuidados intensivos y se van a presentar las últimas experiencias a nivel nacional e internacional. Se va a hablar de problemas a los que no se le ha dado tanta importancia y sobre los que hay que trabajar como la reincidencia en los accidentes de tráfico. Se van a abordar las prácticas seguras en el traspaso de información, cómo mejoramos la comunicación cuando nuestros pacientes pasan de la unidad a otras plantas o cuando cambiamos de guardia. Se van a presentar las recomendaciones para el manejo del ECMO a diferentes niveles: las indicaciones cardiológicas, en insuficiencia respiratoria, en trasplante… También las guías de nutrición del pacientes crítico y de los problemas del paciente renal. Hay muchas áreas de interés y durante estos tres días vamos a trabajar de forma conjunta con la Sociedad Española de Enfermería Intensiva y con los intensivistas pediátricos, ya que este año hacemos el congreso de forma conjunta.
Uno de los peligros sobre los que advertirán en el Congreso de la semana que viene es la aparición de las unidades de cuidados intensivos low cost, ¿qué riesgos entrañan?
Entiendo que cuando se habla de unidades low cost se refiere a unidades específica de determinadas especialidades como puede ser neumología, cardiología o neurología. Atienden a pacientes específicos potencialmente críticos. Aunque aparentemente pueden ser de menor coste, porque requieren de menores recursos tanto profesionales como de equipamientos, no pueden atender con la misma seguridad y la misma calidad y pueden acabar siendo más costosas, porque de alguna manera se va a requerir la presencia del intensivista. Es mucho más coste efectivo, tener un intensivista que pueden atender a un paciente crítico que estas unidades que pueden atender a determinados pacientes con unas determinadas características y no pueden atenderlos de una manera global.
Es mucho más coste efectivo, tener un intensivista que pueden atender a un paciente crítico que estas unidades que pueden atender a determinados pacientes con unas determinadas características
¿Cómo de urgente es la necesidad de llevar a cabo una renovación tecnológica en las unidades de cuidados intensivos?
La renovación tecnológica es dinámica. Como no todas las unidades se han creado en el mismo momento, algunas necesitan con urgencia vital renovar sus parques tecnológicos porque se están quedando obsoletos y otras que se acaban de crear y que tienen equipos de alta tecnología y que se encuentran en condiciones óptimas no les hace falta. Creo que en general, las unidades de cuidados intensivos están bien equipadas, pero sí que es verdad que de forma dinámica requieren se vayan cambiando.
Estamos en un contexto marcado por la medicina personalizada o de precisión, ¿se pueden personalizar los cuidados intensivos?
Le tenemos que dar a cada paciente lo que necesita. La medicina centrada en esa persona es darle lo indicado técnica y tecnológicamente. Por otra parte, aquello que el paciente quiera recibir. En cuanto a la medicina de precisión, los avances tecnológicos nos van a llevar a predecir cómo va a responder un paciente que se encuentra en un determinada situación y cómo va a responder a determinados tratamientos. Eso va a provocar que no todos los tratamientos sean aplicados a los pacientes, sino que vamos a saber qué pacientes se van a beneficiar de determinadas terapias y va a estar más dirigido. Va a ser más eficiente porque los recursos se van a poder enfocar mejor.
Los avances tecnológicos nos van a llevar a predecir cómo va a responder un paciente que se encuentra en un determinada situación
¿Qué va a aportar a la medicina los análisis de datos en vida real y el big data?
Por lo que ya está significando en otros campos y por las iniciativas que ya hay en marcha en servicios de medicina intensiva, creo que va a aportar mucho valor. Las unidades de cuidados intensivos son las que disponen de más datos de los pacientes de forma natural. Tenemos registros prácticamente al minuto de las constantes de los pacientes además de otras variables de analíticas y pruebas complementarias que se recogen de estos pacientes con lo que la tecnología nos va a permitir predecir qué va a ocurrir o cuáles son los modelos predictivos que pueden aplicarse en futuros pacientes. Si hay alguna área dentro de la medicina que se va a beneficiar, porque ya disponen de estos datos, son los servicios de medicina intensiva.
Una vez que el paciente sale de la UCI, ¿cuál es el papel del intensivista?
Sabemos que lo importante no es dar de alta al paciente en la unidad sino reintegrarlo a la sociedad con las menores secuelas posibles. Sabemos también que muchos de los pacientes que pasan largas estancias en las unidades de cuidados intensivos, los críticos crónicos, van a tener secuelas derivadas de su estancia, que son tanto físicas como cognitivas o emocionales. El intensivista tiene que seguir al paciente tras el alta en colaboración con otros profesionales. Ahora sabemos que podemos aportar valor siguiendo a esos pacientes tras el alta del hospital, en las consultas post UCI. Ya existen experiencias en nuestro país de estas consultas externas y hay evidencia científica de que aportan mucho al paciente crítico.
Recientemente SEIMC publicó un informe en el que cifraba que el número de muertes por bacterias multirresistentes asciende a 30.000 al año, ¿han podido analizar este estudio?
La verdad es que pone en evidencia el problema tan importante a nivel nacional e internacional. De hecho uno de los retos de la Organización Mundial de la Salud ha sido trabajar en los programas de multirresistencias. Este estudio que se hizo en un número de hospitales durante una semana demuestra que son muchos los pacientes que sufren infecciones multirresistentes y fallecen aproximadamente un 20%. En función del contexto y de las características de cada hospital, las cifras pueden variar pero las multirresistencias son un problema muy importante y hay que trabajar de forma colaborativa con estrategias nacionales e internacionales para reducir las multirresistencias, cosa que nuestra sociedad está haciendo desde hace tiempo.
¿Qué respuesta han dado los proyectos ZERO? ¿Cuánto han conseguido reducir las infecciones en las unidades de cuidados intensivos?
Los proyectos Zero son uno de nuestros trabajos estrella en los últimos años. Son ambiciosos, se han hecho de forma colaborativa, financiados por el Ministerio de Sanidad y han conseguido sus objetivos de reducir las infecciones asociadas a la atención sanitaria. De hecho, en el caso de la bacteriemia se han situado en cifras por debajo de 2,4 en tasas de becteremia relacionada por catéter. Se han reducido de manera significativa las neumonías asociadas a ventilación mecánica. Han pasado de cifras de aproximadamente 15 a valores de 4,5. Y los gérmenes multirresistentes también se han reducido aproximadamente el 20%, que era el objetivo del Proyecto Resitencia Zero. Se ha situado en unas tasas por debajo del 6,5%. Estos proyectos no solo han reducido la tasa de incidencia, sino también los costes asociados, algo que es muy importante. Han demostrado que trabajar de forma colaborativa, en este caso con enfermería y con otras especialidades, le ha dado fortaleza a estos proyectos y la creación de la red que se ha hecho entre los hospitales de todas las comunidades y en la que los intensivistas nos sentimos especialmente implicados.
Los proyectos Zero han conseguido sus objetivos de reducir las infecciones asociadas a la atención sanitaria
¿Ha comenzado ya a funcionar Infección Urinaria Zero? ¿Con qué objetivo parten?
Tiene la misma estructura que los proyectos Zero y el objetivo es reducir el número de infecciones relacionadas con sondas urinarias por debajo de 2,7 infecciones por días de sonda vesical. También pretende reducir los días de sonda vesical porque sabemos que cuantos más días lleven dispositivos nuestros pacientes, más riesgos tienen de presentar infecciones. Además busca reducir el consumo de antibióticos relacionados con esas infecciones. Es un proyecto que tiene una parte de prácticas seguras que se van a poner en marcha y otra parte en la que se refuerza la seguridad del paciente.
Semicyuc está preparando su estrategia para los próximos años, ¿Cuál son las principales líneas de actuación?
Este año desde febrero que se hizo la primera reunión de lo que sería el plan estratégico entre 2018 y 2022. Lo hemos hecho con el apoyo de la Sociedad Española de Calidad Asistencial, que nos ha dado ese soporte metodológico. Estamos a punto de publicar un plan estratégico muy colaborativo. Estamos sacando las primeras conclusiones de este trabajo y vamos a presentarlas en el Congreso. Podemos decir que vamos a reestructurar nuestra sociedad para hacerla más dinámica, incorporar más tecnología en lo que es la parte administrativa y enfocarlo en el pacientes, en las familias y en las alianzas con otras sociedades y generar más valor añadido a los socios a través de la gestión del conocimiento y de la investigación.
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