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Un estudio elaborado por expertos de GeSIDA (Grupo de Estudio del SIDA de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica) pone de manifiesto la necesidad de incrementar las medidas de prevención del VIH en aquellas personas que consuman drogas por vía parenteral y que además estén diagnosticadas de hepatitis C.
Entre dichas medidas, el trabajo de investigación –que ha visto la luz en la revista científica AIDS– apunta a incluir la profilaxis pre-exposición (PrEP) al estar ésta especialmente indicada para aquellas personas con alto riesgo de contraer el virus del SIDA, entre las que se encuentran también aquellas que se inyectan drogas, ya que tienen 24 veces más probabilidad de adquirir el VIH que la población adulta general.
El estudio del que se extraen estos datos se realizó, entre 2013 y 2016, sobre una población de 954 individuos que pasaron por una unidad de reducción de daños localizada en Madrid. De la población total de individuos bajo estudio se incluyeron 260 que eran usuarios de drogas y que tenían realizada al menos una prueba de seguimiento de VIH. El 70,2% eran hombres, con una mediana de edad de 36,8 años, de los cuales el 32,7% tuvieron una prueba positiva de VHC y el 55% había informado del uso de drogas inyectadas.
El estudio se realizó entre 2013 y 2016 sobre una población de 954 individuos que pasaron por una unidad de reducción de daños localizada en Madrid
Después de una mediana de 2,3 años de seguimiento, la incidencia general de seroconversión al VIH fue de 3,02 nuevos casos por cada 100 personas por año. Se encontraron diferencias según el estado serológico del virus de la hepatitis C. En este caso, la incidencia fue de 1,17 nuevos casos por 100 personas-año en individuos con VHC negativo, y de 4,98 por 100 personas año en aquellas situaciones de VHC positivo.
De este trabajo de investigación también se extrae otro dato relevante, que resulta de gran utilidad para los profesionales que desarrollan su labor en este tipo de centros de reducción de daños: la presencia de infección por el virus de la hepatitis C (VHC) se presenta como un eficaz predictor de infección por VIH en aquellas personas con fuerte adicción a drogas, lo que puede ayudar a identificar a aquellos individuos sobre los que es necesario redoblar los esfuerzos de prevención y cribado del VIH.