Más de un 29% de pacientes con espondiloartritis axial necesita completar los servicios recibidos en la sanidad pública

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..Cristina Cebrián.
Un 95,5% de los pacientes con espondiloatritis axial (EspA-ax) recibe asistencia sanitaria pública en nuestro país. Sin embargo, esta cobertura no parece ser suficiente ya que un 29,3% de estos pacientes cuenta con una doble cobertura sanitaria para tratar la enfermedad. Son datos que incluye el Atlas de Espondiloartritis Axial en España 2017: radiografía de la enfermedad, promovido desde la Coordinadora Española de Asociaciones de Espondiloartritis (CEADE) y realizado por el Grupo Health & Territory Research (HTR) de la Universidad de Sevilla y el Instituto Max Weber, con la colaboración de la Sociedad Española de Reumatología (SER – Grupo GRESSER-) y de Novartis.

El estudio pone de manifiesto la importancia de mejorar la atención sanitaria de la EspA-ax, una enfermedad inflamatoria crónica que afecta a diversas zonas corporales

El estudio pone de manifiesto la importancia de mejorar la atención sanitaria de la EspA-ax, una enfermedad inflamatoria crónica que afecta a diversas zonas corporales, produciendo un daño estructural en la columna vertebral irreversible y siendo responsable de un gran dolor, fatiga crónica y discapacidad en aquellos que la padecen. El elevado porcentaje que muestra el estudio podría indicar necesidades no cubiertas dentro del sistema sanitario público como la atención psicológica y fisioterapéutica.

Fisioterapia y Atención Primaria
En este sentido, los especialistas sanitarios que más visitaron los pacientes con EspA-ax fueron el fisioterapeuta (34% de los pacientes frente al 15,6% de la población general), siendo la media de 20 veces al año; le siguen el médico de atención primaria, con 9,5 veces al año, y el reumatólogo, con solo 4,4 veces al año. Tras ellos se encuentran el psicólogo o psiquiatra, el enfermero, el oftalmólogo u oculista y el traumatólogo, lo que muestra la importancia del rol de los diversos especialistas en el manejo del paciente derivado de la alta comorbilidad asociada.

Los hospitales recibieron un 31,2% de las visitas, seguidos de los centros de salud con un 28,4%

Con respecto a los servicios de urgencias más utilizados por estos pacientes, los hospitales recibieron un 31,2% de las visitas, seguidos de los centros de salud con un 28,4%. En cuanto a las pruebas más realizadas para el manejo y seguimiento de los pacientes con EspA-ax, el 87,7% de los encuestados se realizó algún análisis de sangre a lo largo del año, mientras que más del 63,2% se lo hizo de orina. Por otro lado, al 58,9% se le realizó al menos una radiografía y al 38,8% una resonancia magnética.

En términos generales, la población con EspA-ax realiza un número muy superior de pruebas que la población general: análisis de sangre (4,5 veces al año), análisis de orina y radiografías (3,5 veces al año), resonancias magnéticas y ecografías (2,2 y 1,9 veces al año respectivamente). La radiografía, una de las pruebas más utilizadas en el seguimiento y manejo de la enfermedad, revela las zonas corporales más afectadas por las personas con EspA-ax, ya que son demandadas por el especialista en función del dolor o la inflamación experimentada. En la atención sanitaria, la zona del cuerpo en la que se habían realizado más radiografías era la pelvis, seguida de la zona lumbar, las cervicales y la dorsal.

Los pacientes con EspA-ax gastan una media de 115 euros al mes en terapias no farmacológicas como la rehabilitación

Tratamientos no farmacológicos
Los pacientes con EspA-ax gastan una media de 115 euros al mes en terapias no farmacológicas, como la rehabilitación, que no están incluídas en la sanidad pública. Se ha demostrado que la realización regular de ejercicio en espondiloartritis puede mejorar de forma significativa el dolor, la progresión de la enfermedad y la funcionalidad del paciente, la depresión, los trastornos del sueño o la fatiga.

Entre las terapias no farmacológicas que han demostrado mayor beneficio en el paciente se encuentra el ejercicio aeróbico, de fortalecimiento y de movilidad articular (estiramientos) o programas específicos de ejercicio como pilates, yoga, aquagym, aquaterapia o balneoterapia.

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