El dolor oncológico está infradiagnosticado y su tratamiento, a veces mal indicado

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..Elena Santa María.
TEVA Oncology ha celebrado en Madrid el foro Debatiendo el Dolor Oncológico, con el aval científico de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) y la Sociedad Española de Hospitalización a Domicilio (SEHAD). En él han participado la Dra. Dulce Rodríguez Rodríguez, responsable del equipo de cuidados paliativos y soporte oncológico integral del Hospital Universitario Sant Joan de Reus; y el Dr. Álvaro Gándara, coordinador de la Unidad de Soporte Hospitalario del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid.

Los tumores que con más frecuencia se asocian a dolor moderado y severo, según la Dra. Rodríguez son “los que afectan al hueso, como los mielomas o el cáncer de próstata, siendo las neoplasias de páncreas las que suelen presentar un dolor severo y de difícil manejo”.

Los tumores que con más frecuencia se asocian a dolor moderado y severo son los que afectan al hueso, como los mielomas o el cáncer de próstata

El dolor irruptivo oncológico (DIO) puede deberse a distintas causas: como consecuencia a la infiltración tumoral, por el tratamiento indicado o por otras comorbilidades. Es un dolor que está, en palabras del Dr. Gándara, “claramente infradiagnosticado y su tratamiento, a veces está mal indicado, bien por un uso indebido de los fármacos opioides de perfil idóneo para el DIO o bien por temor a una sobredosificación”.

Una comunicación médico-paciente abierta, intensa y prolongada es clave para abordar este problema

Por ello añadía el Dr. Gándara, “una comunicación médico-paciente abierta, intensa y prolongada es clave para abordar este problema de forma adecuada.” En el foro se han presentado además otras herramientas para el abordaje multidisciplinar del dolor y su coordinación. Puesto que “un manejo óptimo del dolor oncológico precisa, además de un tratamiento farmacológico con analgésicos adecuados, de un tratamiento no farmacológico imprescindible para conseguir un adecuado control del dolor y que aglutine, desde técnicas anestésicas, medidas ortopédicas o rehabilitación, hasta la evaluación y el manejo de problemas psicoemocionales asociados” puntualizaba la Dra. Rodríguez.

El dolor irruptivo oncológico (DIO) está presente en el 40% de los pacientes oncológicos en estadios iniciales y en un 80% en fases avanzadas.

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