Dos 190 y 205: la nimiedad de la numeración en el MIR

..María Vargas. Directora de Relaciones Institucionales de iSanidad
El escrito Arthur Conan Doyle, autor de “Las aventuras de Sherlock Holmes”, ponía en boca del famoso detective la siguiente frase: “Siempre he sostenido el axioma de que los pequeños detalles son, con mucho, lo más importante”. Cuántas veces nos habrá sucedido que, ante la concentración de lo importante y lo urgente, hemos apostado por una ligera indiferencia ante los pequeños detalles, las diminutas pinceladas que complementan un gran trabajo.

En ocasiones esos insignificantes detalles suponen un efecto tsunami que pueden empañar el trabajo realizado

Sin embargo, en ocasiones esos insignificantes detalles suponen un efecto tsunami que empañan el trabajo realizado, desviando la atención de lo importante a lo minúsculo y ensombreciendo el resultado final. Y esto fue lo que sucedió el pasado fin de semana cuando 35.114 aspirantes que optaban a las 8.402 plazas convocadas para el acceso a la Formación Sanitaria Especializada se encontraron en la hoja de respuestas del examen números repetidos y ausentes.

“Erratas puntuales en la numeración de las preguntas en la hoja de respuestas”, las calificó el Ministerio de Sanidad. Unos errores que ensombrecieron y desviaron la atención de un día que suponía la culminación del esfuerzo de tantos estudiantes.

Según cómo se mire, estas erratas pueden considerarse como una nimiedad o como un grave error

Según cómo se mire, estas equivocaciones pueden considerarse como una nimiedad, en donde el sentido común indica que ante la repetición o falta de números, se debe proseguir el curso normal de la numeración; o como un grave error que provoca el despiste completo del examinado, induciendo la pérdida de concentración, la incorrecta contestación de las preguntas y, por ejemplo, 500 números más o menos en el MIR.

Si bien el Ministerio procedió a dar “instrucciones oportunas y de forma precisa a los delegados en las diferentes aulas del examen para solucionar el problema”, y como así lo expresaron por redes sociales algunos de los examinados del MIR, la confusión y la desconcentración reinaron en las aulas.

No deja de ser sorprendente que ante un día en donde tantos futuros están en juego, la atención a los detalles haya obtenido un papel secundario. Al igual que a los estudiantes se les exige desde el Ministerio una serie de exigencias para realizar el MIR, de la misma forma el Ministerio debería asegurar que esta clase de errores no sucedieran.

Y, por último, ¿cómo puede ser que  no se haya pedido disculpas públicamente ante las “erratas puntuales” a modo de ejercicio de transparencia? Como deferencia ante los examinados y como forma de reputación institucional, unas disculpas a tiempo cuando se comete un fallo, por “mínimo” que sea, siempre son agradecidas.

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