..Emilio Ramirez.
..Cristina Cebrián. (Fotografía y vídeo)
La tecnología es el área de futuro en Geriatría, y cada vez será más frecuente y relevante su uso, no solamente en la salud de los mayores, sino también para sus capacidades y cuidado personal. Alfonso Cruz, jefe del Servicio de Geriatría del Hospital Ramón y Cajal de Madrid hace referencia a la sociedad de gerotecnología, y es por la ayuda que la industria tecnológica aporta tanto al paciente como al geriatra.
¿Cómo es la coordinación con otras especialidades?
Hay especialidades en las que hay que una coordinación que se aprende desde residente. Por ejemplo, tenemos mucha coordinación con rehabilitación por razones obvias, y con traumatología en las unidades que se llaman de ortogeriatría o fractura de cadera que son las que de verdad funcionan. Hay mucha relación con los servicios de farmacia, y luego se están desarrollando nuevos servicios que demandan colaboración, siendo el más conocido en oncología, donde se está creando una subespecialidad que se llama suboncología geriátrica, que consiste básicamente en valorar a los enfermos mayores complejos conjuntamente entre la Geriatría y el oncólogo para tomar decisiones sobre el tratamiento y reducir los riesgos y mejorar las posibilidades de que el tratamiento sea exitoso. También se está hablando de nefrogeriatría y algunas otras especialidades, por lo que cada vez hay más oportunidades de colaboración. Otro ejemplo ahora es que se ponen cada vez más en personas mayores válvulas aórticas, y se ha visto que una colaboración geriátrica bien hecha pronostica mejor y ayuda a determinar mejor ese procedimiento que es tan caro en quién va a ser más rentable en términos de calidad de vida y supervivencia y eso es otra área que se está desarrollando, la cardiología geriátrica.
En el área de cuidados paliativos, ¿qué puede aportar el geriatra en una futura ley?
La Sociedad Europea de Geriatría tiene un grupo de cuidados paliativos geriátricos. La razón es que los cuidados paliativos en la mayoría de los países nacieron de la Oncología, pero sólo un 30% de los mayores mueren de enfermedades oncológicas, el resto se mueren de otras cosas, y algunos son modelos más rápidos y otros modelos más lentos. Por ejemplo, el morir de una demencia en que pasan unos varios años deteriorándose muy despacio, en este caso la Geriatría lo que está aportando es definir primero los cuidados paliativos geriátricos no oncológicos, intentar determinar el pronóstico en estas enfermedades y proveer de cuidados paliativos a los enfermos que no son puramente oncológicos. Toda esa aportación es tan amplia que de hecho en muchas unidades de cuidados paliativos de España, tanto de hospital como de Atención Primaria contratan geriatras como parte del equipo porque es un área de interés irrelevante. Esto tiene un riesgo, y es que hay gente que asocia Geriatría a paliativos y piensa que una persona que es mayor ya se va a morir y se les olvida que lo primero que hay que dar es tiempo y calidad de vida antes de pensar que estamos pasando a la etapa final de la vida, y eso siempre ha sido un riesgo que hay que tener cuidado con él.
La Agencia Europea del Medicamento tiene un grupo de trabajo de Geriatría y ha visto que muchos estudios solo se prueban en gente más joven o en algún mayor muy sano que no es el mayor normal que tiene varias enfermedades y toma varios fármacos
¿Qué herramientas tiene un geriatra para detectar y denunciar casos de maltrato en la tercera edad?
La sospecha clínica de maltrato es mala en el sentido de que es poco fiable, lo mismo que en el maltrato en niños y mujeres. Se han intentado desarrollar escalas sistemáticas para detectarlo, pero todavía ninguna de las desarrolladas funcionan muy bien. Hoy en día, como en el maltrato de otros grupos de población se basa en una entrevista clínica. En Geriatría, la ventaja es hacer una valoración geriátrica integral, en la que se preguntan cosas que no tienen que ver con enfermedades y a veces es donde se dan las pistas. Por ejemplo al preguntar sobre nutrición nos pueden contar problemas de nutrición derivados de negligencia, que es una forma de maltrato, o al preguntar sobre aspectos sociales y de cuidados a veces se detectan lagunas que son avisadores de maltrato. Entonces la ventaja de la valoración geriátrica integral es que permite abrir más puertas a lugares donde se puede detectar el maltrato adulto.
¿Los avances que hacen en la industria farmacéutica y la industria tecnológica, verdaderamente ayudan tanto al paciente como al geriatra?
En la industria farmacéutica hay un problema grave y es que los fármacos no se prueban en mayores. La Agencia Europea del Medicamento tiene un grupo de trabajo de Geriatría y ha visto que muchos estudios solo se prueban en gente más joven o en algún mayor muy sano que no es el mayor normal que tiene varias enfermedades y toma varios fármacos. La consecuencia de esto es que al menos el 15% de los ingresos hospitalarios de mayores se deben a efectos adversos de fármacos. Estamos haciéndolo muy mal y la cantidad de reacciones adversas y de problemas relacionados con medicamentos y lo que se llama medicación inapropiada en personas mayores es enorme, estamos haciendo mucho daño ahí. Hay un campo de trabajo impresionante y las empresas farmacéuticas no ayudan porque les es más complicado y no tienen ventajas, lo mismo que ahora se han dado ventajas para investigar en niños que requieren más tiempo de patente, todavía no lo tienen en la investigación para grupos de personas mayores.
La segunda cosa es la tecnología, y la tecnología sí es el área de futuro en Geriatría, y es que ayuda en parte a vencer las dificultades, a compensar las discapacidades cuando no son vencibles, y esa tecnología va a ser cada vez más frecuente y más relevante en mayores. El audífono antiguo, los audífonos modernos unicanal que se adaptan con el móvil, no hay color en la calidad de uno y otro, y hablando de eso hablo de cualquier tipo de dispositivo, de hecho hay una sociedad de gerotecnología y esto se debe a la importancia que tiene la tecnología en el futuro de los cuidados de los mayores, no solo de la salud, sino de la capacidad y del cuidado personal.
Todavía hacemos más falta en más sitios para llegar al nivel básico de la especialidad, que es el que necesitan las personas mayores que atendemos
Que se haya celebrado el 25 aniversario del Servicio de Geriatría del Ramón y Cajal, ¿En qué os puede ayudar o mejorar vuestro trabajo?
Hemos hecho una celebración en la que hemos traído varios de los líderes europeos más famosos. Lo que hemos querido dar a entender son dos cosas: que la geriatría española está bien colocada a nivel europeo y es respetada para que vengan a celebrar un aniversario de un hospital, y la segunda es que la Geriatría tiene cuerpo suficiente y hay que prestarle más importancia. La Comunidad de Madrid acaba de poner geriatras ya en todos los hospitales que faltaban, pero todavía muchos están empezando y hay servicios como el del Ramón y Cajal que tienen un déficit importante en el número de geriatras respecto a la población, por eso es bueno hacer ver que todavía hacemos más falta en más sitios para llegar al nivel básico de la especialidad, que es el que necesitan las personas mayores que atendemos.