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Uno de cada tres pacientes que padece alguna de las Enfermedades Inflamatorias Inmunomediadas (IMID) es tratado con medicamentos biológicos, originales o biosimilares. Es uno de los datos que refleja el I Barómetro Nacional sobre la relación de las personas con IMID y sus tratamientos farmacológicos en España. En cuanto al porcentaje de pacientes con tratamiento biológico, sube a 47% cuando el paciente padece más de una IMID.
Entre las principales enfermedades de este tipo se encuentran la artritis reumatoide, artritis psoriásica, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, espondilitis anquilosante, hidrosadenitis supurativa, lupus, psoriasis, sarcoidosis y la uveítis no infecciosa. En conjunto, todas ellas suman una prevalencia del 6,4%, por lo que dos millones y medio de españoles sufren una o varias patologías IMID.
El 82% de los pacientes en terapia biológica desearía haber empezado antes con este tratamiento
Con una participación de más de 3.300 pacientes, este barómetro también revela que el 82% de los pacientes en terapia biológica desearía haber empezado antes con este tratamiento.
El médico informa poco
Otro de los datos que más preocupa es que solo el 27% de los pacientes ha oído hablar de los tratamientos biosimilares o entiende qué son. De entre los primeros, el estudio señala que se informaron principalmente a través de las redes sociales, seguido de asociaciones de pacientes y la prensa. Además, solo el 32% manifiesta haber recibido información de este tema por parte de su médico.
Julio Roldán (UNiMiD): “Un apropiado conocimiento de las alternativas terapéuticas disponibles es parte de los derechos de los pacientes, y tienen un impacto en su nivel de compromiso y adherencia al tratamiento”
El presidente de la Asociación de Personas con Enfermedades Inmunomediadas (UNiMiD), Julio Roldán, apunta que este tipo de tratamientos son múltiples y complejos, por lo que “es importante que los pacientes comprendan los beneficios y riesgos potenciales de los mismos. Un apropiado conocimiento de las alternativas terapéuticas disponibles es parte de los derechos de los pacientes, y tienen un impacto en su nivel de compromiso y adherencia al tratamiento”.
La ineficacia de estos fármacos, la reaparición de brotes o los efectos secundarios son algunas de las cuestiones que más preocupan a los pacientes. Además, una vez que el paciente se estabiliza, llega la preocupación cuando su tratamiento se cambia a uno biosimilar. Esto se debe a que normalmente no son utilizados como primera línea terapéutica, lo que significa “pasar antes por el dolor y sufrimiento, físico y psicológico, de ver fracasar otras opciones”, aclara el Dr. Roldán.
Por otra parte, los pacientes encuestados señalan que aceptarían un cambio en su tratamiento actual, siempre y cuando no les esté funcionando, si su médico se lo recomienda o si existe evidencia científica robusta para ese cambio y en tanto se les informe de ello y esté de acuerdo con el cambio.