..Juan Pablo Ramírez.
Medicina genómica y sostenibilidad. Es el gran reto que se plantean hoy los profesionales, la administración, la clase política y la industria. “La calidad del sistema sanitario está en juego. Dependerá de cómo implementemos con la genómica y la inteligencia artificial. Tenemos que hacerlas sostenibles en un contexto en el que las pensiones requieren más recursos”. Son palabras del portavoz de Sanidad del PSOE en el Senado, José Martínez Olmos, durante el segundo ciclo de jornadas del Pacto por la Sanidad que la Asociación Española de Derecho Farmacéutico (ASEDEF) organizó en el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos (CGCOF).
“Cada euro que se invierte en genómica revierten cuatro en la sociedad. La sanidad es una inversión. La mala medicina es un gasto”, subrayó su homólogo del PP en el Senado, Antonio Alarcó. Precisamente la Cámara Alta ha sido testigo recientemente del acuerdo para la elaboración de una estrategia de medicina genómica entre todos los grupos. La iniciativa partió del PSOE y la secundaron el resto de las fuerzas. El objetivo es que “pueda llegar a los pacientes cuanto antes, de forma equitativa y criterios de sostenibilidad”, añadió José Martínez Olmos.
La combinación de medicina genómica y sostenibilidad supone unos retos: nuevos medicamentos, perfiles profesionales, multidisciplinariedad…
A falta de lograr un Pacto de Estado por la sanidad sanidad, el consenso ha sido bien recibido por el sector. La combinación de medicina genómica y sostenibilidad supone una serie de retos. “La investigación en medicina significa asumir riesgos e invertir mucho dinero. Es una gran idea un Pacto de Estado. Si nos equivocamos, que nos equivoquemos todos juntos”, explicó Iñigo de Miguel, doctor en Derecho e investigador de la Cátedra de Derecho y Genoma Humano de la Universidad del País Vasco. El experto en Derecho advirtió de que los médicos se van en encontrar en “una situación complejísima”. Vendrá motivada por la gestión de la información.
Los nuevos tratamientos, como la inmunoterapia y las CART, también han agudizado el debate sobre la sostenibilidad. “Están consiguiendo resultados esperanzadores, pero el acceso es complejo. Está cambiando el paradigma de la enfermedad. En el vaso de las CART, el hospital es proveedor de la industria farmacéutica. El centro entrega a la empresa unas células de un paciente que convierte en un medicamento”, explicó el Dr. Joaquín Martínez, jefe del Servicio de Hematología del Hospital 12 de Octubre. Este cambio de paradigma supone “situar al hospital en el centro que recibe la presión de todos los agentes”, añadió.
A falta de lograr un Pacto de Estado por la sanidad sanidad, el consenso en genómica ha sido bien recibido por el sector
Las terapias CART han obligado al sistema a trabar en red. “Tenemos que centralizar a estos pacientes en centros superespecializados. No todos los centros pueden hacerlo”, expuso el Dr. Joaquín Martínez. Pero España cuenta con una ventaja competitiva. “Somos el segundo país con más ensayos clínicos después de Estados Unidos. Lo tenemos que potenciar porque puede suponer un ahorro muy importante para nuestro Sistema Nacional de Salud”, incidió. El jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital de la Princesa, el Dr. Ramón Colomer, destacó cómo ha crecido el arsenal terapéutico, gracias a la investigación. “Hace 35 años nuestra actividad era limitada. Contábamos con 10 quimioterapias y cuatro tratamientos hormonales”, recordó. Hoy la situación es opuesta. “Cada año tenemos cinco medicamentos más para tratar el cáncer“, puso de manifiesto el Dr. Ramón Colomer.
Pero la implantación de la medicina conlleva otros retos. “Deben producirse cambios en la estructura de nuestro sistema sanitario”, señaló el Dr. Joaquín López. El especialista advirtió sobre la necesidad de nuevos perfiles profesionales como bioinformáticos. Al mismo tiempo solicitó recursos para “determinadas acciones genéticas que ahora los conseguimos con becas y apoyo de la industria farmacéutica”. El Dr. Ramón Colomer hizo hincapié en la multidisciplinariedad. “No solo hacen falta más oncólogos, sino otro tipo de profesionales como investigadores. En nuestro centro tenemos profesionales a través de becas como la Juan Rodés o Río Hortega”.