..Luis de Haro. Director general de iSanidad.
El intrusismo profesional está llegando a todos los recovecos profesionales, también a los gerentes y médicos del sistema sanitario. No es difícil de entender los motivos por lo que esto sucede. La mayoría de los líderes políticos no tienen más experiencia que la política, pues lo mismo trasladan a sus equipos. Muchos se han convertido en “grandes profesionales” solo por vinculaciones políticas.
A la hora de ser operado de una rodilla o un problema de cardiovascular, ¿preferimos un profesional que opera 6 veces al año o al que lo hace 5 a la semana? Aunque sean amigos del consejero, ¿quién no prefiere al que tiene más experiencia?
Las elecciones generales y las autonómicas nos van a echar a perder el sistema y el futuro. Todos los que tienen cargos de responsabilidad elegidos por los profesionales coinciden en el mismo diagnóstico.
SEDISA y OMC han pedido que gerentes y médicos trabajen juntos por un futuro para el SNS
El presidente de la OMC, Serafín Romero, pedía un pacto de dos legislaturas para hacer un proyecto a largo plazo. Si el objetivo es sacar al sistema del hoyo, ¿no se debe contar con los mejores? Pues de momento no se sabe quienes serían los ministros de sanidad de PSOE, PP o Ciudadanos, lo decidirán Pedro Sánchez, Pablo Casado o Albert Rivera. Los tres solo tienen experiencia política y solo, intereses políticos.
Desde SEDISA se pide que los gerentes de los hospitales sean profesionales, aunque sean elegidos “digitalmente”. Sin embargo, si hay cambios en las administraciones autonómicas nos volveremos a encontrar que la principal característica será la vinculación política.
Lo saben bien los gerentes y médicos. No hay proyectos políticos a largo plazo en sanidad. Lo peor es que no hay esperanza.
¿Está el sistema camino de la excelencia?
Este sistema no tiene en cuenta términos como mérito o capacidad, solo la antigüedad. ¿Es posible que gerentes y médicos puedan construir un futuro solo por antigüedad? No parece viable realizar la transformación del sistema con las reglas de hace 50 años. No parece posible alcanzar la eficiencia teniendo como modelo un sistema que solo premia antigüedad. Parece que los grandes talentos seguirán tentados a otros sistemas y otras economías si se mantienen las duplicidades.
Es evidente que los recursos son limitados, entonces ¿por qué hay que desaprovecharlos? Hay que exigir gestores y médicos profesionales, poder premiar a los buenos y que la transformación la lideren los que saben, dejando fuera a los gestores políticos.
