El futuro de Joaquín Caparrós, entrenador del Sevilla, una vez que ha anunciado que padece Leucemia Crónica

..Redacción.
La leucemia linfocítica crónica (CLL) de Joaquín Caparrós tiene pocas posibilidades de curación. Sin embargo, en algunas ocasiones puede hacerse vida normal. Este es el mensaje que ha trasladado Caparrós, actual entrenador del Sevilla FC, tras anunciar su enfermedad.

No hay tratamiento para la CLL de Joaquín Caparrós que seguirá entrenando al Sevilla FC

Hay personas que viven con CLL sin tratamiento, pero acaban necesitándolo, aunque sea intermitentemente. Lo que sucede es que nadie se desvincula de este tratamiento, se puede suspender por un tiempo, pero acaba limitando las tareas.

Todos los tratamientos implican efectos secundarios, duran unas semanas o unos meses, pero también pueden tener efectos de por vida. El tratamiento contra la CLL no cura la enfermedad, esto es, incluso cuando ya no hay signos de leucemia (remisión), puede volver a aparecer (recurre).

Como la CLL crece lentamente, los tratamientos son distintos y variados:

  • Corticosteroides
  • Quimioterapia citotóxica
  • Anticuerpos monoclonales
  • Terapias dirigidas a una diana molecular
  • Trasplante de progenitores hematopoyéticos
  • Terapias de soporte y complementarias

Cuando se necesita tratamiento, las opciones principales de tratamiento son varias:

  • Corticoides como complemento a otros tratamientos o para frenar los procesos autoinmunes asociados a la LLC
  • Tratamiento antitumoral para controlar y remitir la LLC que es progresiva, produce síntomas o se comporta agresivamente.
  • Tratamiento de soporte y complementario para mejorar los síntomas y evitar complicaciones.

De una manera muy campechana Caparrós ha anunciado que seguirá en el Sevilla hasta el final de la temporada: “Sabéis que me hierve la sangre roja, pero la blanca se ha picado y me ha querido equilibrar. Tengo una leucemia crónica que no me impide ejercer mi profesión. Estoy haciendo mi vida normal y tengo que dar las gracias a todos los jugadores”.

Fuentes: AEAL y Sociedad Americana Contra El Cáncer

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