..Elena Santa María.
“Los medicamentos innovadores constituyen uno de los mejores ejemplos de lo que debe considerarse una inversión. Ya que su uso adecuado genera importantes ahorros en el sistema sanitario en el corto, medio y largo plazo. Y además conforman un factor clave para la mejora de la productividad, al reducir el número y la importancia de las bajas laborales. Y son la clave de un sector que está a la cabeza en inversiones en I+D de la industria”. Son las palabras pronunciadas por el presidente de Farmaindustria, Martín Sellés, en el Congreso Nacional de Relaciones Institucionales.
De hecho, el ahorro en costes que generan las innovaciones farmacéuticas siempre es superior al gasto adicional que supone adquirirlas. De esta manera, los medicamentos innovadores proporcionan un ahorro directo en costes sanitarios de entre 2,4 y 8,3 veces el gasto que suponen. Gracias sobre todo a hospitalizaciones evitadas, reducción de consultas y otros gastos médicos.
Además conforman un factor clave para la mejora de la productividad, al reducir el número y la importancia de las bajas laborales
“La persona que, gracias a los nuevos medicamentos, se cura de una enfermedad o mejora de forma notable sus síntomas estará menos tiempo de baja, y volverá antes a su trabajo, volviendo a ser productivo y generando de nuevo riqueza para el conjunto de la sociedad”, añadió Sellés, que considera que hay que plantear “una visión más amplia para evaluar todos los retornos que los medicamentos proporcionan a la sociedad, y que demuestran su condición de inversión, y no de gasto”.
Por supuesto, la existencia de todos estos retornos no debe hacer olvidar la principal aportación de los nuevos medicamentos. La mejora de la salud y la calidad de vida que comportan. Hasta el punto de que la introducción de los fármacos innovadores es responsable del 73% de la prolongación de la esperanza de vida en los países occidentales. Así, de los 1,74 años de esperanza de vida ganada, 1,27 años son consecuencia directa de la innovación farmacéutica. “Si además tenemos en cuenta que un año de esperanza de vida ganado proporciona cuatro puntos de ganancia para nuestra economía, pues podemos tener una idea aproximada de la repercusión de las innovaciones farmacéuticas en la economía y la productividad de los países”, añadió el presidente de Farmaindustria.
La introducción de los fármacos innovadores es responsable del 73% de la prolongación de la esperanza de vida en los países occidentales
Muchas veces los responsables políticos y los gestores sanitarios tienen que ajustarse a un esquema rígido. Basado en periodos breves y presupuestos anuales. “Así es difícil plantearse inversiones que den sus frutos en el medio y largo plazo. Y sin embargo es de lo que se trata en lo que se refiere a la salud”.
En este sentido, hay que afrontar un cambio de paradigma para responder a los retos que plantea la medicina de precisión. Esta se basa en tratamientos cada vez más personalizados. Sin embargo, sólo son posibles gracias a largos, complejos y arriesgados procesos de I+D que suponen costes muy elevados. Y que necesitan, en lo posible, generar retornos una vez que el medicamento está en el mercado.