..Luis de Haro. Director general de iSanidad.
Las elecciones generales y autonómicas están pervirtiendo el sistema. Cada partido emite su mensaje para el principal problema de la sanidad: la sostenibilidad. Con mensajes directos, en cada foro, los partidos tratan de comprar al médico, venderle que son el futuro del sistema.
Los partidos tienen un lenguaje especial para intentar comprar al médico
Los partidos tienen un lenguaje especial en sanidad, muy orientado a los pacientes. Venden mejoras, prometen nuevos proyectos, aseguran resultados… siempre son “películas” oídas muchas veces. Cuando llegan las elecciones deben pensar que se puede comprar al médico con las mismas ideas de siempre. Como si los profesionales de la sanidad no tuvieran memoria.
Sin embargo, las preocupaciones de los profesionales se mantienen inalterables desde hace tiempo. Lo que quieren es mejorar la atención a sus pacientes y tener una seguridad personal y profesional. ¿Por qué el Ministerio no ha tomado la iniciativa para preguntar al médico lo que necesita para desarrollar bien su labor?, seguramente por miedo a la respuesta. El mejor ejemplo es la reforma de Atención Primaria que no ha contado con el apoyo de los profesionales.
Las preocupaciones de los profesionales se mantienen inalterables desde hace tiempo
El profesional sabe que no puede tener 45 consultas en un mismo día. La calidad de la atención será peor y las posibilidades de error se multiplican. La saturación es malísima para la calidad asistencial. El médico se esfuerza por estar formado, va a cursos, a congresos, se apunta a una sociedad científica, lee, estudia, sesiones clínicas… No es difícil entender que hay que cuidar tanto la saturación como la formación. Potenciar la labor de las sociedades científicas es una ayuda para la calidad asistencial. De la misma manera lo es asegurar al paciente el tiempo que el médico necesita para atenderle.
Los profesionales siempre están pidiendo tiempo para educar en salud, para que el paciente tenga mayor conocimiento de su enfermedad. Eso es una ayuda para el sistema, pero a largo plazo.
Por otro lado, el médico quiere estar seguro en su trabajo y que el paciente también lo esté. El profesional hará mejor su trabajo si está seguro de su continuidad. El desdén de la falta de horizonte afecta al médico y al paciente. Para el paciente es muy triste tener que contar a distintos profesionales su historia clínica. La falta de continuidad por no renovar las plazas de los jubilados, por ejemplo, es un problema devastador para el sistema.
Por todo esto se puede asegurar que en plena campaña electoral no se puede comprar al médico, tampoco al resto de profesionales. Lo mejor es dejar de vender “humo” y proyectos imposibles. Lo que piden los profesionales son hechos y no promesas.