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Las investigaciones sobre el microbioma de los seres humanos se han multiplicado en los últimos años. Esta realidad coincide con el objetivo de esclarecer el efecto que tienen los cambios que se producen en los distintos microbiomas a lo largo de la vida, sobre todo en los primeros 1.000 días del recién nacido.
Actualmente se presta más atención a la microbiota y en sus efectos para el futuro desarrollo
El presidente de la Asociación de Microbiología y Salud (AMYS), el Dr. Ramón Cisterna, asegura que se ha producido un cambio en el paradigma de la medicina moderna. Ahora presta más atención a la microbiota y en sus efectos para el futuro desarrollo, la respuesta inmune y en la aparición de enfermedades tan comunes como la obesidad.
Un reciente estudio realizado por Yoram Louzon, profesor del departamento de Matemáticas de la Universidad de Bar-Ilan, junto con el Dr. Omry Koren, de la Facultad de Medicina de Azrieli, e investigadores del Hospital Beilinson, en Israel. Se llegó a la conclusión de que la progesterona regula la composición microbiana durante la gestación tardía. Esta produce un aumento de Bifidobacterium.
Según el Dr. Cisterna, una buena salud, un embarazo saludable y una dieta adecuada favorece el desarrollo y la presencia de una microbiota intestinal adaptada a las circunstancias del embarazo con predominio de Bifidobacterium. Esta bacteria es muy común en los primeros días de vida del recién nacido. “Si es importante la microbiota intestinal no lo es menos la microbiota vaginal que debe ser muy rica en Lactobacillus. También la microbiota de la piel de la saliva refleja la importancia del modo de alumbramiento, de la relación madre e hijo en los primeros días. En la adquisición de diferentes tipos de microorganismo que configura la microbiota intestinal del niño“.
Las últimas investigaciones se centran en la evolución del microbioma desde la concepción hasta los dos años
Las últimas investigaciones se centran en los cambios en el microbioma desde la concepción hasta los dos años, según la variación en su composición y buscando el impacto que pueda tener en el desarrollo y crecimiento del niño, especialmente asociado al vínculo existente entre la microbiota intestinal y el conjunto de factores que tendrán influencia en el sistema inmune, el metabolismo y los factores endocrinos.
La composición de la microbiota del embarazo tiene su continuidad en el niño, tal y como afirma el Dr. Cisterna, quien señala que está en continua transformación. Esta composición se ve afectada por los antibióticos, la alimentación materna y otros elementos externos. “El objetivo de las diferentes investigaciones sobre esta cuestión es conocer el funcionamiento de los distintos microorganismos para buscar modelos que sirven de diagnóstico de determinadas enfermedades, así como buscar soluciones para tratar de potenciar, modificar o complementar ese microbioma dependiendo de las necesidades“.