La inquietud de los profesionales al transmitir malas noticias

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MaríaVargas..María Vargas Tabuenca. Directora de Relaciones Institucionales de iSanidad.
Un sonido indica la llegada de un nuevo email a la cuenta de correo. La Dra. Isabel lo abre. Son los resultados del PET que solicitó a Medicina Nuclear de su último paciente, Antonio. La doctora lee el informe y el ceño se le frunce en una mezcla de tristeza y enfado. “Cáncer de próstata en estadio avanzado”. Isabel se acordaba perfectamente de él, y de su mujer, quienes habían acudido a su consulta temerosos. Antonio acababa de pasar por una depresión y se había enterado de que iba a ser abuelo. Lo decía con mucha alegría y luz en los ojos. La doctora también se acordó de cómo ella había gestionado la comunicación con ambos. Sin dar muchas pistas de algo que clínicamente parecía bastante obvio, pero sin transmitir excesiva esperanza. Sabía que por los antecedentes psiquiátricos de Antonio necesitaría una atención psicológica más específica. Pero no contaban en su servicio con un psicooncólogo. Reflexionó brevemente en cómo iba a comunicarles esta noticia. A veces, pensó, se le quedaban cortas sus herramientas comunicativas para enfocar la transmisión de malas noticias.

De acuerdo con el informe “La atención psicológica al paciente de cáncer en España”, realizado por el Instituto Max Weber y la Fundación Mylan para la Salud, la situación descrita es una realidad típica en los hospitales. De hecho, el 98% de los oncólogos considera necesaria la atención psicológica a los pacientes, y también son conscientes de sus carencias en cuanto formación específica en transmisión de malas noticias.

Tan solo el 18,5% de los servicios públicos y privados de Oncología en España utiliza el cribado psicológico

Asimismo, tan solo el 18,5% de los servicios públicos y privados de Oncología en España utiliza el cribado psicológico para detectar las necesidades de los pacientes. Unos pacientes oncológicos que entre el 5-60% sufre alteraciones emocionales como la ansiedad y la depresión. El informe refleja que las intervenciones psicológicas se realizan en estadios avanzados de la enfermedad y no desde su inicio.

Resulta curioso que en una enfermedad que impacta tan emocionalmente en el paciente, el cribado psicológico quede reservado a los últimos estadios de la enfermedad. Que en una patología que repercute con tanta fuerza en todas las esferas del paciente, no se contempla la ayuda psicológica desde el inicio.

La dotación de herramientas comunicativas a los profesionales y de una correcta atención psicooncológica a los pacientes se convierte en objetivos claves para mejorar

También asombra que los profesionales consideren que no disponen de todas las herramientas para gestionar la comunicación de malas noticias. Especialmente, porque son consultas de una grandísima carga emocional y cuya comunicación varía según el paciente que tengan enfrente. Por ejemplo, no es lo mismo un paciente con depresión que otro que haya tenido una salud mental adecuada a lo largo de su vida.

La dotación de herramientas comunicativas a los profesionales y de una correcta atención psicooncológica a los pacientes se convierte en objetivos claves para mejorar. Una comunicación fluida, una relación médico-paciente basada en la confianza y un correcto abordaje psicológico no puede más que repercutir positivamente en el proceso de enfermedad del paciente y una mejor calidad de vida.

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