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Las propuestas para retomar el diálogo entre Unidas Podemos y PSOE parece que no cuajan. El PSOE ha difundido todo el verano la falta de confianza en Unidas Podemos y en Pablo Iglesias. La confluencias en materia sanitaria estaban sobre la mesa, pero no las llevarán a cabo conjuntamente. La formación liderada por Iglesias no quiere “regalar” el gobierno y exige ciertas condiciones.
Desde la formación morada se proponían 10 cuestiones clave para retomar el diálogo “desde donde lo dejamos en el mes de julio”. Fue la escasez de tiempo lo que impidió lograr un acuerdo con el PSOE, indican. “Conformar a la mayor brevedad un Gobierno de coalición” es el objetivo de Pablo Iglesias.
Sin el acuerdo Unidas Podemos y PSOE los proyectos para mejorar el sistema sanitario están bloqueados
Para el acuerdo Unidas Podemos y PSOE, el punto clave en sanidad es “cuidar de los servicios públicos”. Lo que le pide al PSOE es recuperar la inversión en sanidad, y ha detallado varios puntos: eliminar los copagos; cerrar la puerta a la privatización de la sanidad; potenciar la Atención Primaria; y garantizar el derecho a una muerte digna con una ley de Eutanasia. Lo que proponía el PSOE en su programa era dotar de mayor presupuesto a los recursos sanitarios actuales. También incluía la mejora de las condiciones de los profesionales de la sanidad pública.
Copagos, privatizaciones, Atención Primaria, Eutanasia… las prioridades en materia de sanidad de Podemos
Durante el verano también se ha publicado insistentemente opiniones sobre la condiciones de un gobierno de coalición. Iglesias ahora sí aceptaría el Ministerio de Sanidad en caso de acuerdo Unidas Podemos y PSOE.
Bloqueo político, desconfianza y paralización de iniciativas
Distintos portavoces del PSOE han insistido en rechazar un gobierno de coalición o un gobierno de cooperación. La perspectiva de nuevas elecciones son reales y muchas fuentes apuntan ya la fecha del 10 de noviembre. La desconfianza entre ambas formaciones hace difícil avanzar hacia algún tipo de acuerdo. La repetición electoral supone prolongar el bloqueo político.
Con las competencias transferidas y un Consejo Intererritorial no vinculante, las iniciativas sanitarias están en manos de las Comunidades Autónomas. Dado que tampoco se han aprobado los Presupuestos Generales del Estado no hay margen para nuevos proyectos en materia de sanidad.