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“Las nuevas formas de fumar crean adicción”, así de rotunda se mostró la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, durante la jornada Reducción de daños en tabaco: mentiras, verdades y estrategias, organizada por la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS), la Red Europea de Prevención del Tabaquismo (ENSP, por sus siglas en inglés), el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, el Instituto Catalán de Oncología y el propio Ministerio. Sanidad ha comprado que los nuevos dispositivos de vapeo han incrementado la tasa de fumadores, tras años de descensos. “Estos datos nos advierten de la necesidad de adoptar medidas para tratar de que la senda descendente que había mantenido en los últimos años el consumo de tabaco, vuelva a su cauce”, aseguró Carcedo.
Las declaraciones de la ministra se producen en un contexto marcado por la aparición de una nueva patología respiratoria en EE.UU. Esta enfermedad parece asociada a los nuevos dispositivos de vapeo y ya ha costado la vida de una persona. En total se han registrado 200 casos en el país norteamericano entre los meses de junio y agosto.
Sanidad estudia medidas contras la nuevas formas de fumar, tras conocer la primera muerte asociada al cigarrillo electrónico
Los datos a los que se refiere Carcedo en concreto muestran que un 9% de la población de 15 a 64 años ha probado los cigarrillos electrónicos alguna vez. Entre los más jóvenes, de entre 15 y 24 años, un 13% dice haberlos consumido. La ministra recordó que el tabaco causa al año 52.000 muertes. A ello se suman los perjuicios que se crean a los fumadores pasivos. “Es un problema gravísimo de salud pública”, destacó.
La jornada se celebró con cierta polémica. A través de Twitter plataformas favorables a estos nuevos dispositivos lamentaron no ser invitados al encuentro. Estos grupos defienden que los vapeadores y los nuevos dispositivos pueden ayudar a reducir el daño provocado por el tabaco. El presidente de la ENSP, el Dr. Francisco Rodríguez-Lozano respondió a los críticos y defendió que la labor de reducir el daño corresponde solo a los médicos.
El director del laboratorio de Epidemiología de los Estilos de Vida del Instituto de investigación Mario Negri, Silvano Gallus, puso en duda la capacidad de estos dispositivos para reducir los daños. Estudios realizados en Italia ponen de manifiesto que un 30,9% de las personas que utiliza estos dispositivos eran no fumadores, y un 8,7% era no fumador.
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