La microbiota intestinal juega un papel clave en el envejecimiento saludable

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..Redacción.
Un estudio de la Universidad de Oviedo ha revelado que la microbiota intestinal de individuos longevos es diferente a la de ratones con progeria. “El tipo de vida que llevamos en la actualidad, así como factores ambientales, tienen efectos negativos sobre esta”, afirma la Dra. Mikele Macho, adjunta del servicio de Microbiología Clínica y Control de Infección del Hospital Universitario Basurto. También es miembro de la Asociación Microbiología y Salud (AMYS).

Esta especialista recomienda estar alerta para identificar los síntomas más frecuentes que pueden aparecer cuando la microbiota está alterada. Estos están relacionados con el metabolismo y la digestión de los alimentos. Son: dolor e hinchazón abdominal, molestias intestinales, gases, estreñimiento o diarrea.

Esta especialista recomienda estar alerta para identificar los síntomas más frecuentes que pueden aparecer cuando la microbiota está alterada

Según la doctora, existe una correlación entre la microbiota intestinal y diversas patologías. Entre ellas, la obesidad, la enfermedad inflamatoria intestinal, la alergia, el asma, la diarrea por Clostridium difficile, el cáncer colorrectal y las alteraciones del sistema nervioso central. Una vez está dañada, los efectos adversos pueden atenuarse a través de la dieta. También de los alimentos funcionales como los probióticos y los prebióticos.

Los probióticos son microorganismos vivos que ingeridos en proporciones adecuadas son beneficiosos para la salud. Se pueden encontrar en alimentos como el yogur, la leche fermentada y el queso, entre otros. Por el contrario, los prebióticos son substancias no digeribles, como la fibra. Estimulan el crecimiento y la actividad de determinadas bacterias beneficiosas del intestino.

Todas estas medidas tienen múltiples efectos positivos sobre la función del sistema inmune

Todas estas medidas tienen múltiples efectos positivos sobre la función del sistema inmune, la regulación de neurotransmisores y la reducción del estado inflamatorio propio del envejecimiento”, destaca la Dra. Macho. Además, subraya que “aunque de momento el transplante fecal solo se utiliza para tratar la diarrea por C. difficile y, así, recuperar la biodiversidad y el equilibrio bacteriano más saludable, su aplicación podría ser muy beneficiosa en otro tipo de enfermedades o en el envejecimiento”.

La composición de la microbiota intestinal está determinada por la base genética individual. Pero también por múltiples factores ambientales que repercuten en él. Los más importantes, la edad, la dieta y la ingesta de antibióticos. ”A pesar de que estos últimos son imprescindibles para tratar infecciones bacterianas potencialmente mortales, también pueden provocar efectos secundarios adversos como la disbiosis de la flora intestinal, especialmente cuando se usan de forma inadecuada”, asegura la microbióloga.

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