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Más de 20 años de investigación y numerosos ensayos clínicos han servido para demostrar la eficacia y seguridad del probiótico Alflorex en pacientes con Síndrome de Colon Irritable (SCI). Se trata de un producto sanitario comercializado por Farmasierra que contiene la cepa única 35624 de Bifidobacterium longum sp. longum. Esta presenta un efecto beneficioso impidiendo la actuación de los microorganismos patógenos sobre el intestino.
De hecho, la cepa 35624 logra adherirse a la pared intestinal proporcionando una capa calmante y protectora. Concretamente, se fija a las células epiteliales y al moco de la pared intestinal para fortalecer la barrera intestinal. Además, el informe sobre Probióticos y Prebióticos publicado por la Organización Mundial de Gastroenterología en 2015 señala que sólo la bacteria Bifidobacterium 35624 es efectiva ante el Síndrome de Colon Irritable.
Se observó un alivio inicial de los síntomas del Síndrome de Colon Irritable en las dos primeras semanas y una mejoría al cabo de un mes
Por tanto, con el uso de Alflorex se reducen los síntomas de esta patología, que van desde dolor abdominal e hinchazón hasta flatulencia, diarrea y estreñimiento. Tras su ingesta, se observó un alivio inicial de los síntomas en las dos primeras semanas y una mejoría al cabo de un mes.
Así, se cumple el objetivo de minimizar el impacto de este trastorno gastrointestinal sobre la calidad de vida de los pacientes. Un aspecto fundamental teniendo en cuenta que el SCI es la segunda causa de absentismo laboral tras el resfriado común.
Un diagnóstico acertado
Este síndrome afecta a cerca del 15% de la población y se presenta con mayor frecuencia en mujeres de entre 20 y 50 años, según datos de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD). Además, tan solo el 15% de los afectados por el Síndrome de Colon Irritable consulta a su médico ante la manifestación de síntomas. Por ello, es importante que los profesionales sanitarios ayuden a concienciar sobre esta patología así como a facilitar a los pacientes las opciones terapéuticas disponibles.
Hay que tener en cuenta que una buena historia clínica que incluya un amplio interrogatorio al paciente aporta más del 80% del diagnóstico
En este sentido, aunque el diagnóstico no es complicado y en muchas ocasiones se sospecha desde el principio, con frecuencia los médicos realizan diversas pruebas hasta dar con él. Sin embargo, hay que tener en cuenta que una buena historia clínica que incluya un amplio interrogatorio al paciente aporta más del 80% del diagnóstico.
Aun así, en ciertos casos en los que se presenta diarrea, los expertos recomiendan realizar pruebas para descartar patologías como mala absorción de lactosa, enfermedad celiaca o enfermedad inflamatoria intestinal. En estos casos, también es fundamental realizar una colonoscopia a pacientes mayores de 50 años para descartar causas mayores.
Avances en el uso de probióticos
En los últimos años se han desarrollado diversos ensayos clínicos que evidencian la efectividad de los probióticos como tratamiento de algunas enfermedades. De hecho, Alflorex minimiza los efectos secundarios, la falta de adherencia al tratamiento o su ineficacia a medio o largo plazo.
Durante las investigaciones de estos años tampoco se detectaron efectos secundarios ni incompatibilidades con otros tipos de medicación
Los ensayos clínicos realizados sobre este fármaco muestran una buena tolerabilidad con un perfil de seguridad similar al del placebo. Durante las investigaciones de estos años tampoco se detectaron efectos secundarios ni incompatibilidades con otros tipos de medicación.
En cuanto a la cepa 35624 de Bifidobacterium longum, en 2013 se realizó un estudio doble ciego aleatorizado para comparar su excreción fecal antes, durante y después de un tratamiento diario durante 8 semanas en personas con SCI que recibieron el suplemento oral encapsulado. La comparación se hizo con sujetos sanos que también recibieron el suplemento. Por otro lado, se determinaron los cambios en la microbiota fecal evaluada y los síntomas del SCI.
Los resultados de esta investigación demostraron que la suplementación aumentó significativamente la excreción fecal de B. longum 35624 frente a placebo en sujetos con SCI. Además, la excreción en sujetos sanos que recibieron suplemento fue cuantitativamente similar. Por último, los niveles fecales de esta cepa disminuyeron y volvieron a los niveles basales una vez que cesó la administración de suplementos orales, quedando así demostrada su transitoriedad.