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El aumento de la esperanza de vida de la población española está acompañado de un aumento de las enfermedades crónicas en nuestro país. El 70% de los mayores de 65 años padecen alguna patología crónica compleja, con entre una y cuatro patologías por persona. La atención a estas enfermedades representan el 80% de las consultas de atención primaria; el 60% de los ingresos hospitalarios y del 85% de los ingresos en Medicina Interna, y suponen más del 80% del gasto sanitario actual.
Según el INE, si se mantienen las actuales tasas de frecuentación, habría un incremento de ingresos en las salas de Medicina Interna. Concretamente anuncia un 33% en 2030 y del 103% en 2050, respecto a los datos de 2013.
La SEMI quiere garantizar una correcta atención a este tipo de pacientes y mantener la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud. Por eso ha reunido a organizaciones de pacientes, profesionales y sociedades científicas. El objetivo es elaborar una estrategia común de atención al paciente con patología crónica compleja. “Debemos implicar a todos los agentes en la atención al paciente crónico – en especial, a los propios pacientes y cuidadores- ya que son procesos que han de manejarse fundamentalmente fuera del hospital”, ha explicado el Dr. Ricardo Gómez Huelgas, presidente de la SEMI. Esta iniciativa entra dentro del proyecto marco del Hospital del Futuro elaborado junto a la Fundación IMAS y avalado por FACME. Este proyecto propone un nuevo modelo de atención asistencial que aborde las necesidades sanitarias de población actual.
La SEMI quiere garantizar una correcta atención a los pacientes con patología crónica compleja
Entre las principales medidas que se pretenden impulsar para mejorar la atención de los pacientes crónicos figura la potenciación de la atención comunitaria. También la creación de redes asistenciales que integren a los servicios socio-sanitarios para liberar al hospital de un exceso de carga asistencial. Potenciar la continuidad asistencial, la telemedicina, y, de forma muy destacada, incorporar al paciente como un agente activo de su propia salud son algunas de las medidas fundamentales.
Además, la SEMI exige acabar con la variabilidad asistencial actual que implica “diferencias notables en mortalidad entre centros y servicios asistenciales”. Para ello, la SEMI propone desarrollar indicadores de resultados que comprendan todas las dimensiones de la calidad asistencial, así como información sobre costes. “Se deben desarrollar sistemas de financiación y pago basados en resultados, que promuevan la integración y continuidad asistencial”, ha añadido Gómez Huelgas.