..J.P.R.
..Cristina Cebrián (Fotografías y vídeo).
Los profesionales sanitarios continúan a la búsqueda de soluciones frente a las resistencias antimicrobianas. “Ponemos en riesgo actos médicos que consideramos frecuentes, como la cirugía o el trasplante, que no serían posibles sin los antibióticos”, explica el Dr. Antonio López Navas, jefe de servicio de Enfermedades Infecciosas de la AEMPS y coordinador de salud Humana del PRAN, durante un coloquio organizado por iSanidad en colaboración con bioMérieux.
La primera medida hace referencia a la prevención de la infección mediante las vacunas o acciones como “una adecuada higiene de manos y de las instalaciones”, añade el especialista. La segunda estrategia está relacionada con programas de optimización de antimicrobianos, “en donde el microbiólogo, el infectólogo y el farmacéutico juegan un papel nuclear”, subraya el Dr. López Navas. En la misma línea se manifiesta la Dra. Emilia Cercenado, del servicio de Microbiología y Enfermedades Infecciosas del Hospital General Universitario Gregorio Marañón. “Queremos que nuestros pacientes se curen y por eso debemos preservar los antibióticos de un modo eficaz”, explica la especialista.
El mal uso de los antibióticos entraña un riesgo para el paciente y afecta a la mortalidad y a la calidad de vida
Las multirresistencias han dificultado la labor de los médicos y empeorado la calidad de vida de los pacientes de forma significativa. El uso incorrecto de antibióticos compromete el éxito de tratamientos habituales como son la cirugía o el trasplante, explica el Dr. López Navas. La optimización es la principal vía “para disminuir la mortalidad y aumentar la eficacia de nuestros tratamientos”. destaca la Dra. Cercenado. El mal uso contribuye a la pérdida de eficacia de los antibióticos y reduce las opciones de tratamiento en casos de infecciones graves, donde el diagnóstico y el tratamiento antibiótico dirigido es determinante para salvar la vida del paciente.
Un tratamiento eficaz requiere un diagnóstico adecuado. “Ahora mismo disponemos de muchas técnicas que nos permiten implementar eficazmente los antibióticos”, afirma la Dra. Cercenado. El problema es su implantación en todos aquellos servicios donde se estén administrando antibióticos. “Se pueden implementar, por ejemplo, en las urgencias del hospital, donde se ponen muchísimos antibióticos, y muchas veces de forma ineficaz. Normalmente se ponen antibióticos a personas que no lo necesitan. Si ahí se implementara, con una buena microbiología, un buen diagnóstico microbiológico, probablemente estos pacientes se irían a su casa sin ese antibiótico que no necesitan”, advierte.
Los especialistas advierten que un tratamiento eficaz depende de un diagnóstico adecuado
El Dr. Javier Cobo, del servicio de Enfermedades Infecciosas, Hospital Universitario Ramón y Cajal, advierte de las dificultades para detectar determinados microorganismos. Ante esta situación, apuesta por una mayor formación. “Necesitamos mucho conocimiento microbiológico para hacerlo bien. Y hay que entender que la mayor parte de los especialistas y de los médicos no son expertos en antibioterapia”, manifiesta. Existe un problema añadido que es la cronicidad. “En el ámbito hospitalario los pacientes toman muchos fármacos, donde tienen muchas interacciones y toxicidades”, destaca el Dr. Cobo. El resto a su juicio es extraer los datos que muestran “que hay muchas infecciones que no están bien tratadas, tanto en los hospitales como en los centros de atención primaria”.
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