Blanca Fernández-Lasquetty: “El problema es que no atendemos la prevención de la enfermedad, estamos centrados en la reacción”

Blanca-Fernández-Lasquetty

..Redacción.
Blanca Fernández-Lasquetty es enfermera y doctora, también es secretaria de ANDE. Como directora de EnferConsultty está desarrollando junto con iSanidad #EnfermerasSXXI. Se trata de una campaña para poner en valor la actividad enfermera. A final de año ha querido explicar, de nuevo, la importancia de la prevención de la enfermedad y el valor de su profesión en el sistema sanitario

2020 es el año de la enfermería, ¿por qué hace falta?
El año 2020 ha sido declarado por la OMS como el Año Internacional de la Enfermera y la Matrona y una de las razones, como declara su Director General, Tedros Adhanom Ghebreyesus es que “sin enfermeras y matronas no lograremos los Objetivos de Desarrollo Sostenible ni la cobertura sanitaria universal“.

En 2016 el Grupo Parlamentario de todos los partidos sobre Salud Global del Parlamento Británico llevaron a cabo un estudio profundo del que surgió el informe Triple Impacto, el cual concluye que fortalecer la enfermería a nivel mundial tendría un triple impacto: mejorar la salud, mejorar la igualdad de género y construir economías más fuertes. Solo potenciando la enfermería podrán darse las circunstancias para llegar a los objetivos que en 2015 firmaron todos los países a nivel mundial, con el objetivo de garantizar que todas las personas de todo el mundo tengan acceso a la atención a la salud, logrando realmente una cobertura sanitaria universal.

Pero las enfermeras y sus representantes solos no pueden lograr los cambios para que esto ocurra, necesitan que los políticos y los líderes de la salud tomen conciencia de esto y ayuden cada uno desde su posición a conseguirlo.

Fortalecer la enfermería a nivel mundial tendría un triple impacto: mejorar la salud, mejorar la igualdad de género y construir economías más fuertes

Por supuesto es necesario aumentar el número de enfermeras, pero más importante todavía es lograr entender, valorar y tener en cuenta su contribución y permitir de una vez por todas que las enfermeras puedan trabajar al máximo de su potencial y ocupen el lugar que les corresponde en la atención a la salud del siglo XXI.

A partir de este interesantísimo informe, la OMS decide dedicar el año 2020 al impulso de las enfermeras y lo declara como su año, porque somos el motor del cambio que necesita la atención a la salud de la población mundial.

La formación de las enfermeras es muy sólida y su cercanía con el paciente muy grande, ¿se las considera de “segunda categoría” en el sistema?
El problema es que tenemos un sistema sanitario totalmente centrado en la atención hospitalaria, en la atención centrada en la enfermedad, con un modelo biologicista y con una clara hegemonía de unos profesionales sobre otros.

Esto quiere decir, que se ofrece una atención totalmente reactiva, cuando ya hay enfermedad e impacta sobre la vida de la persona, sin dedicar esfuerzos y recursos para la promoción de la salud y prevención de la enfermedad, trabajo que asumen fundamentalmente las enfermeras.

Además, se le da muy poca importancia y se le asignan pocos recursos a la Atención Primaria, siendo que es el primer nivel de atención y quien debería dar cobertura a la salud de las personas a lo largo de toda su vida, dejando la atención hospitalaria para cuando verdaderamente es imprescindible. Y la Atención Primaria (AP) es fundamentalmente trabajo de las enfermeras. Existe mucha investigación al respecto que demuestra que la AP dirigida y liderada por enfermeras ofrece mejores resultados en salud que cuando lo hacen otros profesionales.

No se dedican esfuerzos y recursos para la promoción de la salud y prevención de la enfermedad

Y otro gran problema es que el Sistema Sanitario continúa bajo la hegemonía de ciertas profesiones incapaces de adaptarse a las competencias, responsabilidades y capacidades de otros profesionales de la salud, dando un paso firme al trabajo trasdisciplinar y lo que ello supone.

Así que todos aquellos ámbitos que necesitan el liderazgo de las enfermeras pasan a ser secundarios para el sistema y se perciben como menos importantes, siendo que son el pilar de la salud de la población.

Respecto a las enfermeras como profesionales, estudiamos un grado universitario de 4 años, como el resto de las carreras universitarias y por supuesto podemos cursar Máster y realizar el Doctorado, además tenemos reconocidas 6 especialidades de enfermería, recibimos formación continuada a lo largo de toda nuestra vida profesional y trabajamos como enfermeras asistenciales, gestoras, docentes y/o investigadoras. Somos responsables del cuidado profesional de la persona, su familia y comunidad, basamos los cuidados en la última y mejor investigación disponible, con una mirada holista de la persona, buscando siempre su bienestar, su seguridad y su independencia.

Somos profesionales exactamente al mismo nivel que otros profesionales de la salud

Utilizamos el método científico para la resolución de problemas mediante el Proceso Enfermero, por el que valoramos las necesidades de la persona, realizamos el diagnóstico de las respuestas reales o potenciales de la persona a problemas de salud/procesos vitales, o la vulnerabilidad hacia esa respuesta, planificamos sus cuidados, los llevamos a la práctica y los evaluamos, siempre tomando decisiones con la persona. Hemos asumido nuevos roles profesionales y nuevas competencias, como enfermeras de práctica avanzada, enfermeras educadoras y entrenadoras en autocuidados o supervisoras de seguridad, adaptándonos a las nuevas demandas de salud de la población.

Somos profesionales exactamente al mismo nivel que otros profesionales de la salud, con un cuerpo de conocimiento propio y que hacemos una aportación específica a la salud de los ciudadanos.

El liderazgo y el reconocimiento de la profesión enfermera en el sistema, ¿crece?
Efectivamente el liderazgo y el reconocimiento de las enfermeras crece, aunque todavía falta que muchos decisores de salud, políticos y gestores abran su mirada y reconozcan el valor del trabajo de las enfermeras y el valor que aportan las enfermeras cuando asumen máximas responsabilidades, como puede ser asumir una Consejería de Sanidad, una Dirección General o gerenciar un centro.

La formación y la capacitación de las enfermeras es profunda, amplia y transversal, sin embargo, habitualmente se les dan menos oportunidades de desarrollo de su liderazgo que a otros profesionales de la salud.

El propio informe Triple Impacto señala que es necesario asegurar que todos los países tengan puestos de liderazgo de enfermería apropiados en todas sus estructuras y organizaciones. En nuestro entorno, en España, parece que algunas Consejerías así lo han entendido y hay ya enfermeras como Directoras Generales en sus estructuras, un paso importante que pronto empezará a dejar ver su implicación y resultados.

Ojalá quienes a día de hoy no lo han hecho, tomen buena nota y reconozcan y asuman el compromiso de potenciar a las enfermeras y permitir que desarrollen su liderazgo y trabajo con su máximo potencial.

Es necesario asegurar que todos los países tengan puestos de liderazgo de enfermería apropiados en todas sus estructuras y organizaciones

¿Hay paro en enfermería?, ¿por dónde tiene que empezar a buscar trabajo una recién graduada?
Ahora mismo tenemos unos clarísimos picos de enfermeras en paro durante los meses de invierno y sin embargo una preocupante escasez de profesionales en los periodos de vacaciones de verano. Además, en los próximos años se empiezan a jubilar los profesionales de la llamada época del baby boom, que en algunas comunidades supone que en los próximos 10 años se jubilan el 50% de sus enfermeras, sin que se esté preparando este relevo generacional y con dudosa capacidad de respuesta para tener suficientes egresados que den cobertura a todas esas bajas en las instituciones sanitarias.

Además, a esto hay que sumarle que si definitivamente el Ministerio y las Consejerías de Sanidad de las CCAA toman conciencia de que la bajísima ratio de enfermeras que tenemos en España por número de pacientes es un problema de seguridad que no se puede seguir permitiendo y se contratan las enfermeras que hacen falta, habrá que hacer una buena planificación de las necesidades de enfermeras para garantizar disponer de todas las que van a ser necesarias.

Ahora mismo España tiene una ratio de enfermera por cada 100.000 habitantes un 38% menor que la media del resto de la Comunidad Europea, lo que significa que necesita 125.000 enfermeras para poder prestar asistencia y cuidados en igualdad de condiciones que el resto de países.

Definitivamente el tema de la planificación de los recursos humanos de enfermeras en España es ahora mismo un tema muy preocupante a abordar de forma profunda y prioritaria por las administraciones.

La planificación de los recursos humanos de enfermeras en España es ahora mismo un tema muy preocupante

¿Veremos pronto las especialidades en enfermería?
Desde hace años están plenamente reconocidas y desarrolladas las especialidades de Enfermería Obstétrico-Ginecológica (matrona), Enfermería de Salud Mental, Enfermería Geriátrica, Enfermería Familiar y Comunitaria, Enfermería Pediátrica y Enfermería del Trabajo. Quedaría por desarrollar la especialidad de Médico Quirúrgica, que parece que está volviendo a reactivarse la necesidad de su desarrollo por parte del Ministerio.

En concreto, en 2020 se convocarán 1.463 plazas de especialista mediante el sistema de formación de Enfermeros Internos Residentes (EIR), una cifra absolutamente insuficiente y aunque cada año aumenta levemente, continua sin dar cobertura a las necesidades actuales de la población y de las instituciones sanitarias.

Pero el gran problema es el reconocimiento de la categoría profesional. Una vez que las enfermeras terminan sus 2 años de formación como especialista, no existen prácticamente plazas definidas para ellas en las Instituciones. Esto significa que todas pasan a una bolsa de empleo general y cuando se necesita una enfermera, por ejemplo, para una UCI neonatal, puesto no reconocido como plaza a cubrir por una enfermera especialista en Pediatría, ese contrato se le asigna a la 1ª enfermera de esa bolsa general y puede ser cubierta, por ejemplo por una enfermera especialista en Geriatría o en Salud Mental o en Enfermería del Trabajo. Una situación absolutamente irracional, totalmente ineficiente, puesto que se gasta mucho dinero en formar especialistas y luego no se les reconoce como tal a la hora de asignarles puestos de trabajo y un problema para la seguridad de los pacientes que no son cuidados y atendidos por los mejor formados. Sin entrar en las expectativas de los profesionales, sus aspiraciones o su deseo de trabajar con un grupo de población para el que están mas capacitadas.

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