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La inversión pública en tecnologías de la información (TIC) en sanidad continúa estancada. De hecho, los fondos destinados a este ámbito solo crecieron un 0,82%, según los datos publicados por la Sociedad Española de Informática para la Salud (SEIS). En concreto, el presupuesto en tecnologías de la información para sanidad de las comunidades autónomas pasó de 695.593 euros en 2017 a 728.831 euros al año siguiente.
Para Ruth Cuscó, directora gerente de ASHO, empresa especializada en consultoría hospitalaria y codificación sanitaria, “la inversión en nuevas tecnologías resulta fundamental para el desarrollo sanitario y la evolución hacia mejoras tanto técnicas como cualitativas”. ASHO se dedica a invertir en desarrollo tecnológico aplicado al sector sanitario para optimizar la codificación hospitalaria. Así, se ha logradodo reducir el tiempo de codificación.
La inversión global en tecnologías de la información para sanidad en todas las CC. AA. ascendió a 735.710 euros en 2018
En total, la inversión global en tecnologías de la información para sanidad en todas las CC. AA. ascendió a 735.710 euros en 2018. A esto hay que sumarle el presupuesto global TIC de cada comunidad autónoma y las inversiones del Sistema Nacional de Salud a través del Ministerio de Sanidad y por la entidad pública Red.es.
“Desde ASHO trabajamos como aliados estratégicos para la óptima gestión de los centros sanitarios. Cuantos más datos pueda recoger sobre los procesos y protocolos, ofrecerá un servicio más eficiente y efectivo. Además, la inversión en tecnología es tan necesaria como la inversión en formar al equipo humano para sacar el máximo partido de los múltiples beneficios que ofrecen las nuevas tecnologías”, asegura Cuscó.
Ruth Cuscó (ASHO): “Cuantos más datos pueda recoger sobre los procesos y protocolos, ofrecerá un servicio más eficiente y efectivo”
En el caso de esta empresa, la creciente necesidad de procesar y ordenar todos los datos que genera un centro sanitario ha propiciado el desarrollo de softwares basados en machine learning. Estos ayudan a los profesionales a acortar el proceso de codificación. Se trata de un proceso que en su complejidad es necesario para todos los actores del sistema sanitario, puesto que de este dependen desde las historias clínicas de los pacientes hasta los balances de la gestión hospitalaria.
Además, la inversión en nuevas tecnologías comporta más contrataciones de personal. Por ello, las tecnologías en el sector sanitario no son una amenaza sino una ayuda. De hecho, en 2018 se registró un 11,76% más de contrataciones de personal propio y un 15% más de personal externo en el sector.
