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El Dr. Antonio Zapatero cuenta su visión del coronavirus a iSanidad. Lo hace como jefe de Medicina Interna y haciendo funciones de dirección en el Hospital de Fuenlabrada y presidente de Facme. Pone su preocupación tanto en la situación de los pacientes con coronavirus como en los profesionales.
¿Están desbordados los hospitales de Madrid?
Tengo una larga carrera y he pasado por alguna crisis cuando era más joven, recuerdo, por ejemplo, en los años 80 el tema del VIH. Fue una enfermedad muy tremenda porque tenía un índice de letalidad altísima y no tenía ningún tratamiento. Había que atender a aquellos pacientes, aunque era otra circunstancia, pero aquello se fue reconduciendo. El problema que tiene el coronavirus es que tiene una presentación muy explosiva. Esta explosividad es una cosa a la que no nos hemos enfrentado habitualmente. Estoy convencido que la letalidad y la importancia clínica del coronavirus es menor que la del VIH, y no es comparable.
El problema es la explosividad desde que ha aparecido en Madrid. La semana pasada, el viernes tenía dos pacientes y el jueves tenía 35. Además, estamos haciendo una media de 140 en el Hospital de Fuenlabrada, está siendo muy explosivo. Aunque es verdad que el 80% de los pacientes van bien, un 20% tiene repercusión clínica, y un 15% tiene repercusión importante. Son los que hacen neumonía, infiltraciones pulmonares e infecciones respiratorias. Un 5% tiene una repercusión muy importante porque precisan de respiración asistida y tienen que estar en la UCI. Uno de cada cinco requiere de un servicio sanitario prolongado, porque la media de una neumonía es de 7 días, con el coronavirus la media es de 16 días. Por ello, es complicado de gestionar, son muchos en muy poco tiempo, algunos con complicaciones especialmente a partir del octavo día. Estamos viendo cómo se comporta el cuadro y es muy llamativo. Inicialmente puede ir bien, pero a partir del octavo empiezan las complicaciones en el pulmón, que a algunos les compromete mucho respiratoriamente, y eso es difícil de gestionar porque se juntan muchos casos y algunos con mucha patología
“El problema del coronavirus es que tiene una presentación muy explosiva”
Hay que organizarse muy bien. Se trata de establecer un cuadro clínico para estos pacientes, hacer zonas de aislamiento para que haya médicos que atiendan concretamente a estos pacientes.
El problema es que la vida del hospital sigue, el resto sigue. Es verdad que la gente no usa urgencias ni las consultas, pero también tenemos pacientes de otras patologías, del corazón, del hígado, de digestivo, de páncreas. Así que hay que combinar las dos cosas con esta incidencia tan explosiva de la enfermedad. Son circuitos diferenciados. El coronavirus requiere mucho tiempo de médico, primero porque algunos están malos y luego, con los equipos de protección, se necesita un tiempo extra muy importante para atenderlos. Esta situación hace que los médicos en el control de estos 35 pacientes empiezan a las 8 de la mañana y son las 3 y todavía no han terminado de verlos. Esto lleva una complejidad asistencial muy notable. Otro aspecto muy importante de esta situación es que se están cogiendo bajas médicas y de enfermería por contacto con pacientes con coronavirus.
La vida del hospital sigue aunque la gente no usa urgencias ni las consultas, pero también tenemos pacientes de otras patologías
¿Las comorbilidades complican la situación?
Lo que hemos visto es que por debajo de los 50-60 años la evolución de los pacientes suele ser bastante buena, el nivel de complicaciones es bajo. Cambia en los pacientes por encima de 70, y especialmente por encima de 80. Son los pacientes que tienen más enfermedades acompañantes, lo que es la plurimorbilidad. Aparte, la letalidad de esos pacientes es mucho más importante, tienen una letalidad del 15%, mientras que el resto de la mortalidad está en torno al 2-2,5%. Es un nivel de mortalidad importante en ese grupo poblacional.
¿La situación de los pacientes con coronavirus preocupa tanto como la de los profesionales de medicina interna?
Sí. Yo voy a decirte que siempre he estado muy orgulloso de ser internista y de mi servicio. Tenemos reuniones todos los días, y los miembros del servicio de medicina interna de Fuenlabrada han renunciado a librar las guardias y a librar los sábados. Han planteado voluntariamente refuerzos para el fin de semana y vienen para atender a estos pacientes. El servicio de Medicina Interna se ha echado a la espalda esta situación, también es verdad que Neumología colabora con nosotros, pero de momento es Medicina Interna quien está llevando el peso de la atención. Esto, la verdad que es muy de reconocer. Asumir que en un momento como este puede ser útil para la sociedad es gratificante.
Lo estamos pasando mal, hay nervios porque nos preocupa lo que está pasando
Lo estamos pasando mal, hay nervios porque nos preocupa lo que está pasando. Sin embargo, te das cuenta que todo el mundo está dispuesto a ayudar, y para mí es una cosa muy satisfactoria como jefe de servicio.
¿Desde el Colegio de Médicos os están animando, echando una mano?
A mí me gustaría que el Colegio de Médicos de Madrid fuese como es el Royal College of Physicians en Londres. Sería buenísimo que fuese el referente, el que marcase las pautas, el que dijese que protocolos hay que seguir. Estaría muy bien que nos dijese como organizar la infección, el que reivindicase la necesidad de más profesionales de medicina interna o de cualquier otra especialidad. A mí me gustaría que siguiese al frente, pero el problema como nos ha pasado muchas veces en el colegio de médicos es que está como ausente. El Colegio nunca es el referente que te gustaría tener en tu región, en Madrid lo tienes ausente para estas cosas.
Me gustaría que el Colegio de Médicos de Madrid fuese el referente, el que marcase las pautas
Del Colegio de Médicos de Madrid, ¿no se ha recibido ninguna indicación?
Ahora presido Facme. Facme es la federación que engloba 45 sedes científicas que forman residentes, que forman especialistas en medicina y cirugía. Y uno de los casos que me movilizan a dar un paso adelante es que me parece fundamental que las sociedades científicas, que son las que tienen el conocimiento de la realidad esencial, estén el colegio y sean los que marquen la pauta de la profesión médica en circunstancias como esta y en muchas otras.