Dos médicos jóvenes frente al Covid-19: un R4 en Ifema, y un R0 en el Puerta de Hierro

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..Hortensia Mateo.
Dos médicos jóvenes y dos perspectivas sobre la crisis del Covid-19 de acuerdo a la experiencia laboral y humana que están viviendo. Uno de ellos, R4 de Medicina Interna trabajando en el hospital de Ifema; el otro, R0 en el Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda. El primero, realizando funciones de consultoría a los médicos de atención primaria, así como ayudando en la atención de los pacientes en situación clínica comprometida. El segundo, centrándose en una labor de apoyo hacia los médicos adjuntos y residentes, ya que no se les permite estar a pie de cama.

Para ambos, su vivencia puede resumirse como única, pero también como un desafío individual, científico y asistencial. Consideran que esta situación les está acercando a sus límites personales y profesionales, pero que, al mismo tiempo, les permitirá salir reforzados. Y también se conmueven al ver cómo todos los profesionales implicados, tanto sanitarios como pertenecientes a otros sectores, se están involucrando directamente.

médicos-jóvenes-Covid-19Dr. Sánchez Chica (R4): “La necesidad de priorizar los recursos nos produce encrucijadas éticas y que se tengan que tomar decisiones muy duras”

Ifema: presión asistencial y emocional
El Dr. Enrique Sánchez Chica, R4 de Medicina Interna del Hospital Puerta de Hierro y actualmente también médico en el hospital de IFEMA, no se lo pensó dos veces cuando le propusieron formar parte del personal sanitario. “Era la oportunidad de conocer una nueva forma de trabajar fuera de la comodidad del contexto hospitalario habitual”, explica.

El día a día en Ifema se vive como difícil. Los recursos materiales escasean, lo que obstaculiza el funcionamiento sanitario y hace que los médicos teman al contagio. También surgen momentos duros a nivel moral y profesional. “Por un lado, la necesidad de priorizar los recursos. Esto hace que nos encontremos en encrucijadas éticas difíciles de resolver y que se tengan que tomar decisiones muy duras. Por otro lado, la necesidad de contención de la enfermedad, que provoca que los pacientes pasen sus días, e incluso la muerte, alejados de los suyos. Al final, quieras o no, te acaba afectando”, expresa el Dr. Sánchez Chica. A estas vivencias, también se les añade el cansancio personal: además de la labor que realizan en IFEMA, deben compaginar su trabajo en el hospital o centro de salud al que pertenecen.

Sin embargo, a pesar de todo, el Dr. Sánchez Chica considera que “los recursos humanos de este hospital son muy buenos. Están haciendo una labor excepcional con una dedicación completa, atendiendo a un número de pacientes cada vez mayor”, apunta.

En cuanto a la prórroga de los contratos MIR, el Dr. Sánchez Chica lo define como “muy desmoralizador”

¿Y qué significa para un R4 enfrentarse a esta pandemia? Principalmente, desafío. Desafío científico porque el conocimiento sobre el Covid-19 es muy limitado. Desafío asistencial ya que se han superado todas las previsiones, se han producido modificaciones en los roles de adjuntos y residentes, y en la forma de trabajar con los pacientes. Y desafío personal, “porque estas situaciones nuevas siempre se viven con algo de miedo e incertidumbre”, indica.

En cuanto a cuál es su opinión acerca de la prórroga de los contratos MIR, el Dr. Sánchez Chica lo define como “muy desmoralizador”. “Los residentes de último año son ya especialistas y realizan labores de especialista. Se está dejando de reconocer el gran trabajo que están haciendo en la primera línea de batalla frente al coronavirus. Se alude a la adecuada gestión de los recursos. Pero choca con que se dé carta blanca para contratar a graduados sin especialidad o a otros sanitarios que no han completado sus etapas formativas. Y, en algunos casos, con sueldos superiores a los de residentes”, apunta.

médicos-jóvenes-Covid-19Dr. Sánchez Ortiz (R0): “Menos la exploración física, estamos poniendo en práctica todas las competencias”

R0 y la necesidad moral de echar una mano
Mediante una contratación cuya iniciativa fue voluntaria, el Hospital Puerta de Hierro incorporó recientemente a 30 médicos R0 dentro de los equipos encargados del Covid-19. Pero esta contratación tenía un objetivo: realizarla a aquellos médicos voluntarios que se hubieran formado en el Hospital durante su periodo universitario.

El Dr. David Sánchez Ortiz, graduado en Medicina por la UAM, número 7 provisional del MIR 2020 e investigador colaborador del laboratorio de Mecánica Molecular del Sistema Cardiovascular en el CNIC, es uno de estos médicos voluntarios contratados. Tal y como explica, todo empezó con la iniciativa propia de varios estudiantes que crearon un grupo de formación sobre el Covid-19. “Nos encontrábamos en la necesidad moral de echar una mano, pero nos faltaba formación específica. Por ello, organizamos clases por videoconferencia para los compañeros sobre competencias generales e incluso también sobre cuidados intensivos. Tuvimos la ayuda del Dr. Juan Antonio Vargas, médico internista y jefe de estudios del Hospital. Así, nos estuvimos formando y después nos contrataron”.

Cuando llegaron al Hospital, la realidad sobre cuál iba a ser su implicación superó las expectativas. “Realmente el Dr. Vargas nos había explicado muy bien la participación que íbamos a tener. Pero pensábamos que iba a ser menor y estamos muy satisfechos de que nos hayan dado más responsabilidad”, comenta. Recogida de datos, escribir en la historia del paciente, solicitar analíticas, hacer informes, realización de interconsultas o modificar prescripciones, son algunas de sus tareas. “Menos la exploración física, yo diría que estamos poniendo en práctica todas las competencias”, apunta.

El Dr. Sánchez Ortiz explica que muchos de sus compañeros adjuntos les han manifestado que los médicos jóvenes son muy útiles frente al Covid-19

Así, mediante un equipo formado por un adjunto, en ocasiones un residente de los últimos años, y un R0, se va pasando planta por el hospital. Normalmente, este equipo tiene una ratio de ocho pacientes. “Nosotros nos estudiamos la historia del paciente y se la contamos al adjunto o al residente antes de entrar en la habitación. Luego él nos comenta sus impresiones y directrices, y nosotros las trasladamos a la historia clínica”, explica. Una labor que es reconocida por sus compañeros. “Son muchos los adjuntos que ya nos han manifestado que los médicos jóvenes somos muy útiles frente al Covid-19”, comenta.

Sin embargo, la situación que está viviendo actualmente el Hospital no les deja indiferentes. “Encontrarnos el Hospital como nos los encontramos despierta sensaciones muy profundas. El Dr. Antonio Ramos, adjunto de Medicina Interna de la Unidad de Enfermedades Infecciosas, nos explicaba que el hospital estaba enfermo, haciendo una alegoría de cómo la situación ha hecho cambiar radicalmente su estructura. Y es cierto que, los que hemos estado allí formándonos, nos encontramos con una situación muy extraña”, apunta.

Igualmente, para el Dr. Sánchez Ortiz, su ánimo y desempeño diario se mantienen en una constante de esfuerzo y humanidad. “Yo creo que cualquier crisis nacional, social y sanitaria arranca los sentimientos más profundos de solidaridad y humanidad. Yo me voy cansado a casa, pero con ganas de que al día siguiente pueda aportar todavía mucho más”, concluye.

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