..Gema Maldonado.
Durante el mes largo del estado de alarma, la asistencia de pacientes a los servicios de urgencias por patologías que no tienen que ver con el coronavirus se han reducido hasta un 60% de media en todo el territorio nacional. En algunos hospitales, esta bajada ha llegado al 70%, según datos de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes). En el caso de las urgencias pediátricas, la caída se ha acercado al 80% en algunos centros sanitarios como el Hospital do Salnés de Vilagarcía de Arousa (Galicia).
Los pacientes llegan con situaciones más graves “con ictus evolucionados o apéndices prácticamente perforados”
Los médicos de urgencia señalan el “gran problema” que entraña esta aparente desaparición de patologías de urgencias comunes. Porque siguen dándose, pero “el miedo a acudir al hospital y contagiarse por el coronavirus”, señala el Dr. Tato Vázquez, vicepresidente de Semes, es un factor determinante. Los pacientes están aguantando más en casa y acuden a urgencias con situaciones más graves. Según el Dr. Vázquez, están llegado a los servicios de urgencia personas “con insuficiencias cardíacas e ictus evolucionados o con apéndices que ya están prácticamente perforados”.
Llegan con cuadros clínicos “que deberían haber sido atendidos de manera urgente en su momento”. El Dr. Vázquez enumera patologías tiempo-dependientes en las que un diagnóstico temprano es fundamental. Desde infartos hasta sepsis, pero, “de manera llamativa”, apunta, síndromes coronarios agudos e ictus. De hecho, desde que se decretó el estado de alarma, el número de angioplastias coronarias primarias en infartos se ha reducido en un 40%. Las trombectomías y tratamientos para alisar trombos han caído entre un 30 y un 40%. “Tenemos claro que hay gente que ha pasado estas patologías en su casa”, afirma el vicepresidente de Semes.
Las angioplasias primarias se han reducido un 40% y las trombectomías entre un 30 y un 40%
Lo mismo ocurre con las urgencias pediátricas. Según el Dr. Vázquez, es cierto que, en condiciones normales, llegan “más urgencias banales de niños que de adultos”. Esas han desaparecido, al igual que se ha disminuido de manera exponencial la patología traumática. “Si no montan en bici ni andan por la calle, no se caen en el cole o no les puede atropellar un coche”, señala. Pero advierte que la enorme caída de asistencia a urgencias “indica que algún niño con una crisis severa de asma, por ejemplo, la ha pasado en su casa. Y eso es muy peligroso”.
Los pacientes llegan a las urgencias pediátricas un 80% menos
Este tipo de situaciones son conocidas dentro de la medicina de catástrofes. Cuando hay una emergencia sanitaria, todos los recursos y la población se centran en la emergencia, “el resto, pasa a segundo término, pero aparece posteriormente”, explica el Dr. Vázquez. En este escenario, los profesionales insisten que ante determinados síntomas, como un dolor torácico intenso que llega al brazo izquierdo, problemas para respirar o para hablar, pérdida de fuerza repentina en un brazo o dolor súbito e intenso de cabeza “hay que llamar al servicio de emergencias y atender estas patologías porque el tiempo es fundamental”, afirma el doctor.
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