..Gema Maldonado.
El diario del coronavirus no suele ser optimista porque la realidad del día a día de la pandemia no deja mucho lugar a las buenas noticias, más allá de las personas que se curan, que ya es mucho, y de las acciones y gestos de agradecimiento y solidaridad con los sanitarios, que en los últimos días se han visto algo emborronados con carteles anónimos de vecinos, cuando menos egoístas, y hasta pintadas ofensivas.
Son muchos los vecinos que han empezado a mostrar su apoyo y cariño a los sanitarios. Y las buenas acciones, también pueden ser noticia
Pero es viernes y en nuestra vida anterior, aquella sin pandemia, esta jornada se afrontaba con cierta jovialidad por ser, para muchos, preludio de salidas, encuentros con amigos y tiempo para aficiones. Así que este quinto viernes de estado de alarma lo vamos a vestir de esperanza. Porque son muchos los vecinos que han empezado a mostrar su apoyo y cariño a los sanitarios y trabajadores de otros servicios esenciales en sus comunidades. Y el cariño también pueden ser noticia.
Como el cartel que se encontró una sanitaria en Ávila al volver a casa. Además de ofrecerse a hacer la compra para ella y a limpiar su casa para evitarle ese trabajo “después de horas y horas al pie del cañón” en el hospital, el cartel ofrecía a Rosa otro tipo de ayuda. “Si necesitas llorar o reír, en las ventanas nos encuentras. para todo. Aquí nos tienes”. El letrero lo escribió Gemma Orgaz, librera en Ávila, que terminaba su mensaje, muy difundido en redes sociales, recordándole a su vecina que “es un privilegio tenerte al lado. Nunca rociaremos el camino hasta tu casa de nada que no sean pétalos de rosa y aplausos”.
“Si necesitas llorar o reír, en las ventanas nos encuentras. para todo. Aquí nos tienes”, rezaba el cartel que Gemma Orgaz y otros vecinos dejaron a Rosa, sanitaria en Ávila
O como el que compartió en sus redes sociales el periodista Hibai Arbide Arza, pegado en el portal de sus padres en el País Vasco, dedicado a los vecinos que trabajan en el Osakidetza, el servicio vasco de salud. “A lo único que tenemos miedo es a no contagiarnos de su valor, de su esfuerzo y su valentía”, reza parte del mensaje.
Un cartel difundido por la Policía Foral de Navarra, sacado de un portal de la localidad de Sarriguren, decía a sus vecinos sanitarios, policías y trabajadores en supermercados “prefiero 1.000 veces veros entrar en el portal que veros entrar en el hospital. Esa es para mi la buena noticia. ¡Que volvéis a casa!”.
Cartel en portal de #Sarriguren
Gracias por tu reflexión anónima 👏👏#CoronavirusNavarra #KoronabirusaNafarroa pic.twitter.com/wnMNr4o9j6— Policía Foral – Foruzaingoa (@policiaforal_na) April 17, 2020
“Prefiero 1.000 veces veros entrar en el portal que veros entrar en el hospital. Esa es para mi la buena noticia. ¡Que volvéis a casa!”
Y para gesto, al menos divertido, el de Isabel Ocampo, directora, guionista y productora de cine que ganó en 2009 un premio Goya al Mejor cortometraje de ficción. Cogió su “cabezón“, lo bañó en agua y lejía y se lo dio a una vecina que es sanitaria en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid, a la que ha conocido en las reuniones de balcón en esta pandemia. El objetivo era que le llevara el premio a un amigo suyo ingresado por coronavirus, pero después, ha decidido que el Goya se quede en el hospital para que los sanitarios vayan entregando a los enfermos que quieran y lo disfruten entre ellos también.
De nuevo, gracias, gracias, gracias. Os animo a que premieis a qiuen más os apetezca con este hastag: #MiPremioEsPara pic.twitter.com/IC5WaXObsJ
— Isabel de Ocampo (@IsabeldeO) April 16, 2020
Dice Isabel Ocampo que el Goya es “un símbolo de los sueños cumplidos”, que significa “que has logrado algo grande”. “Sobrevivir al Covid-19 es algo muy grande. Y las personas que están cuidando de nosotros; personal sanitario, limpieza, enfermeras, barrenderas, cajeras de supermercado (femenino inclusivo) y un largo etc. de buena gente se merecerían ganar un premio. Yo de momento les presto el mío”, concluía en su Twitter.
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