Dr. Antonio Fernández-Pro (SEMG): “Existe una alternativa centrada en la atención primaria que permitiría reducir más los contactos”

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..Redacción.
El presidente de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), el Dr. Antonio Fernández-Pro, reclama un papel más relevante para atención primaria ante la pandemia. El Gobierno español ha optado por un modelo hospitalario para hacer frente a la crisis sanitaria. El Gobierno “ha pensado que los recursos era mejor centralizarlos en macrohospitales, modelo Ifema o Fira de Barcelona”, explica en una entrevista a iSanidad. El Dr. Fernández-Pro considera que el primer nivel asistencial presenta más ventajas. “El otro modelo también existe. Es la alternativa centrada en atención primaria, en la cual es muchísimo más fácil reducir sustancialmente los contactos presenciales”, añade.

El modelo de atención primaria permite sustituir el contacto físico por la llamada telefónica o la videoconferencia. En caso de que el paciente requiera acercarse al centro de salud, podría hacerlo sabiendo que se han reducido las posibilidades de contacto con otras personas. “El aislamiento es mucho más lógico, más fácil de realizar”, explica. A pesar de que España ha apostado por el modelo hospitalario, determinadas comunidades autónomas han reforzado el primer nivel asistencial. El presidente de SEMG destaca que primaria puede ayudar a reducir “los desplazamientos de los ciudadanos” y garantiza “un acceso rápido y seguro”.

El Dr. Fernández-Pro explica que en un modelo centrado en atención primaria el aislamiento de las personas contagiadas es más fácil de realizar

“Hay comunidades en las que los centros de salud se han cerrado y otras en las que los centros de salud se han potenciado. Hay 450 centros de salud que se han cerrado en España entre Cataluña y Madrid. Ahora que reabrirlos y retomar la situación. Hay otras comunidades en las que habrá que analizar las cifras y en las que la atención primaria ha sido todo lo contrario, ha sido el centro del cribaje de la patología”, subraya.

En el momento en que el Gobierno central y las comunidades autónomas comienzan a diseñar planes progresivos de desconfinamiento, el Dr. Fernández-Pro destaca tres puntos que requieren una mejora “para afrontar esta fase de desescalada”. Primaria tiene que estar preparada “para detectar ese caso, para tratarlo y tener claro el criterio de derivación al hospital o en su defecto iniciar el segundo paso que sería el aislamiento de esa persona para evitar nuevos contagios. El tercer punto sería reiniciar las actividades de la comorbilidad, de la cronicidad y de la pluripatología”.

El Dr. Fernández-Pro considera que de esta crisis se pueden extraer una serie de lecciones. La primera plantea una pregunta. “¿Realmente queremos un sistema sanitario público, potente y contundente que pueda dar respuesta a los problemas de salud que tenemos o seguimos precarizando el sistema y minorizándolo hasta el mínimo sostenible para que en cualquier situación tengamos que volver a esto?”. El presidente de SEMG advierte que un sistema sanitario es más que asistencia, significa “vertebración” y “equidad”. La segunda lección pasa “por ser más rápidos y más ágiles”.

Dr. Fernández-Pro: “Es muy complicado y muy poco prudente hacer los análisis en profundidad en esta fase”

En cualquier caso, subraya que el análisis debe realizarse a posteriori, debido a la carga emocional que presenta esta crisis. “Es muy complicado y muy poco prudente hacer los análisis en profundidad en esta fase. Tenemos que seguir trabajando”, destaca.

Existen en la actualidad diferentes ensayos clínicos para encontrar una molécula capaz de tratar la enfermedad generada por el coronavirus. Uno de ellos es la hidroxicloroquina. “Sí parece que el ensayo de hidroxicloroquina con azitromicina proporcionaba unos beneficios importantes”. Pero pide prudencia. “Fue un estudio que se hizo bastante rápido no parece que tenga todas las variables valoradas desde el inicio de los síntomas. Sí parece producía una mejoría clara pero con la evidencia no se puede extrapolar al resto de los pacientes”. Esta misma cautela es necesario ante las investigaciones que se están realizando con la vacuna. El proceso de investigación y desarrollo podría durar un año, pero la capacidad para producir y suministrar la vacuna a toda la población mundial también es complejo.

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