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Los tratamientos con protonterapia para el abordaje del cáncer han tenido que adaptarse durante el estado de alarma y la crisis sanitaria generada por el Covid-19 en España. Sin embargo, en el Centro de Protonterapia Quirónsalud la actividad no ha cesado. Desde su apertura hace apenas unos meses, en diciembre de 2019, el centro ha continuado con el tratamiento de protonterapia de forma ininterrumpida.
Durante la crisis sanitaria del Covid-19 el centro se adaptó mediante la implementación de medidas de seguridad y planes de contingencia. Gracias a esto, han podido continuar con los tratamientos de forma segura y eficaz, así como protegiendo en todo momento a pacientes y profesionales sanitarios. Además, el centro ha iniciado los trámites para obtener la Certificación Hospital Seguro Covid. De esta forma, podrá continuar con su actividad como espacio seguro y saludable tanto para sus trabajadores como para sus pacientes.
El Centro de Protonterapia Quirónsalud es un centro monográfico de alta especialización, por lo que no recibe a pacientes con otras enfermedades como el Covid-19
En cuanto a los nuevos diagnósticos de cáncer, el Dr. Raymond Miralbell, director médico del Centro de Protonterapia Quirónsalud, explica que durante esta crisis sanitaria el principal problema está relacionado con “la prioridad concedida a la atención sanitaria de los pacientes con Covid-19, por otra parte justificada”. El experto señala que esta situación puede afectar “a la atención de pacientes con cáncer, especialmente en lo que respecta al diagnóstico y al retraso en las intervenciones quirúrgicas. Esto probablemente conllevará una mayor presión asistencial cuando acabe esta crisis”.
Protección a pacientes y profesionales
El Centro de Protonterapia Quirónsalud es un centro monográfico de alta especialización, por lo que no recibe a pacientes con otras enfermedades como el Covid-19. “Esto de entrada disminuye el tránsito de posibles casos positivos y, por tanto, el riesgo de contagio”, aclara el Dr. Miralbell. Aun así, en este centro han extremado las precauciones ya que muchos de los pacientes que atienden son inmunodeprimidos y pertenecen a grupos de riesgo.
En este sentido, el director médico del centro detalla las medidas que se han tomado, más allá de la necesidad del lavado de manos y el distanciamiento social. “Como medidas específicas se ha restringido el número de acompañantes al mínimo y las salas de espera son de uso individual. Además, se les facilita una mascarilla a todos los pacientes y sus acompañantes”, comenta el Dr. Miralbell.
Dr. Miralbell: “Los profesionales nos dividimos en dos equipos estancos, de los cuales uno estaba físicamente en el centro y otro de retén en sus domicilios conectado telemáticamente”
Por otra parte, los pacientes que acuden a este centro durante la epidemia de Covid-19 reciben información puntualmente de los riesgos que puede conllevar. También se han atendido todas sus preguntas sobre las medidas de seguridad del centro. Especialmente sobre la dinámica de los tratamientos y la protección del personal para evitar cualquier interrupción en sus respectivos tratamientos.
Con respecto a la organización de los profesionales, el experto comenta que se dividen “en dos equipos estancos, de los cuales uno estaba físicamente en el centro y otro de retén en sus domicilios conectado telemáticamente en la medida de lo posible, y listo para reemplazar al otro equipo en caso de bajas”.
Continuidad asistencial a pesar de la crisis sanitaria
Durante los cinco meses que lleva funcionando este centro de protonterapia, incluyendo la situación de estado de alarma, se han iniciado tratamientos en 24 pacientes. De estos, 13 fueron pacientes pediátricos de entre 1 y 14 años. Además, 13 casos ya han finalizado con éxito sus tratamientos.
La actividad en este centro de protonterapia no ha cesado y los pacientes no se han visto afectados desde un punto de vista clínico
Aunque los tratamientos de radio o quimioterapia han continuado, el Dr. Miralbell cree que “es posible que muchas intervenciones quirúrgicas hayan tenido que reprogramarse por la concentración de recursos de vigilancia intensiva a los pacientes graves con Covid-19”. Sobre la cirugía, tratamiento que elige más del 50% de pacientes con cáncer, el experto insiste en las consecuencias de su retraso. “Si se retrasa hace que, por efecto dominó, también repercuta en el inicio de los tratamientos complementarios de radio y/o quimioterapia que estén indicados”, indica.
La epidemia de Covid-19 también ha supuesto un desafío para este centro de protonterapia, desde el punto de vista organizativo y logístico. No hay que olvidar que muchos pacientes tratados aquí provienen de otras comunidades autónomas, por lo que ha sido necesario gestionar alojamientos y traslados. Sin embargo, la actividad no ha cesado y “los pacientes no se han visto afectados desde un punto de vista clínico”. De hecho, el Dr. Miralbell comenta que “incluso hemos seguido incorporando nuevos tratamientos en pacientes que debían iniciarlos. Eso sí, siempre garantizando unas estrictas medidas de seguridad en todo momento”.
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