La herramienta CRISPR también puede servir para destruir el genoma del coronavirus SARS-CoV-2

Investigadores del CSIC ya las están utilizando para cortar el “corazón” del coronavirus

CRISPR-cas9

..Redacción.
La herramienta de edición genética CRISPR se suma a la investigación para la lucha contra el SARS-CoV-2 y el Covid-19. Así, un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) lidera un proyecto para usar CRISPR con el objetivo de destruir el genoma ARN del virus SARS-CoV-2.

El Dr. Lluis Montoliu, genetista del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) y líder del estudio, explica sus principales características. “Se trata de usar las ‘tijeras’ moleculares CRISPR para atacar directamente al corazón del coronavirus, a su genoma de ARN, para destruirlo. Además se trata de hacerlo limpiamente, sin importunar ninguna otra de las moléculas de ARN que hay en la célula y que necesita para seguir funcionando”.

El proyecto probará la funcionalidad y no toxicidad de los reactivos CRISPR en embriones de peces cebra

CRISPR-Covid-19El proyecto probará la funcionalidad y no toxicidad de los reactivos CRISPR en embriones de peces cebra. Después, se ensayarán contra virus de ARN y finalmente se probará con células infectadas con el coronavirus actual. Si la estrategia terapéutica funciona, el siguiente paso sería probarla en ratones. El trabajo también está liderado por Dolores Rodríguez, del CNB-CSIC; Miguel Ángel Moreno, del CABD-CSIC-UPO y Almudena Fernández, del CIBER-ISCIII.

Esta edición genética revolucionaria ya se utiliza en otras patologías ya que ha demostrado su versatilidad en numerosas ocasiones. “Hay muchos tipos de herramientas CRISPR. La mayoría son capaces de cortar el ADN a través de una proteína que actúa como una tijera, llamada Cas. Esta corta el genoma de cualquier especie simplemente guiada por una pequeña molécula de ARN, el ácido nucleico intermediario que habitualmente traslada la información genética desde el núcleo al citoplasma de la célula, donde se producirán las proteínas”, comenta el Dr. Montoliu.

Lluis Montoliu: “Se trata de usar las ‘tijeras’ moleculares CRISPR para atacar directamente al corazón del coronavirus, a su genoma de ARN, para destruirlo”

Por este motivo se las conoce como tijeras programables, “porque cortan el ADN en sitios específicos, gracias a la guía de ARN, que podemos cambiar para que corte en otro sitio del genoma”, añade el investigador.

CRISPR-Covid-19Tijeras para cortar el corazón del coronavirus
Hace pocos años se descubrió un nuevo tipo de proteínas Cas capaces de cortar directamente el ARN y no el ADN. Además, lo hacían de una manera muy específica. Solamente cortaban aquel ARN que les indicaba, de nuevo, otra pequeña molécula de ARN complementario, que volvía a actuar como guía. A esta proteína se la denominó Cas13d. Ahora, los investigadores del CSIC persiguen este objetivo.

Si la variante Cas13d puede cortar moléculas de ARN de forma específica, y si el genoma del coronavirus SARS-CoV-2 es una molécula de ARN; ¿por qué no “programar” una de estas proteínas Cas13d con una guía de ARN complementaria al genoma del coronavirus, para que lo corte y promueva su destrucción por parte de la célula?”, detalla Montoliu. Su objetivo, por tanto, es “atacar directamente corazón del coronavirus, a su genoma de ARN, para destruirlo”.

Los investigadores testarán los reactivos utilizando varios virus de ARN, similares al coronavirus, pero menos peligrosos que el SARS-CoV-2.

Para lograrlo, van a diseñar los reactivos CRISPR-Cas13d en el CABD, donde se evaluará primero su funcionalidad y su no toxicidad usando embriones de pez cebra. Después, testarán los reactivos utilizando varios virus de ARN, similares al coronavirus, pero menos peligrosos que el SARS-CoV-2. La idea es establecer las condiciones óptimas de ataque y destrucción de los virus. Por último, probarán la estrategia en células infectadas con el coronavirus actual, causante de la Covid-19, en un laboratorio con la bioseguridad adecuada.

Si nuestra estrategia terapéutica funciona, los siguientes pasos serían probarla en un modelo animal, en ratones susceptibles de ser infectados con el coronavirus. Y finalmente, si los resultados acompañan, en ensayos clínicos con pacientes”, concluye Montoliu.

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