..Gema Maldonado.
Si hay un cuerpo médico que se prepara y, en cierto modo, teme el final del estado de alarma y la apertura de fronteras desde este domingo, es el de sanidad exterior, que con una plantilla de 150 médicos y enfermeras, cuyas plazas “no están todas cubiertas”, tendrán que hacer el control sanitario a los pasajeros que lleguen a través de los 13 puertos y 15 aeropuertos designados “puntos de entrada con capacidad de atención de Emergencias de Salud Pública de Importancia Internacional” por el Gobierno.
El Gobierno ha acordado con AENA y Puertos del Estado el refuerzo del personal de sanidad exterior con nuevas contrataciones, pero en sanidad exterior no se les espera antes del próximo uno de julio. Durante diez días la responsabilidad de tomar temperaturas y recoger fichas de viajeros, evaluar a quienes tienen fiebre y llamar a los contactos ante un positivo, entre otras tareas, recae sobre menos de 150 médicos y enfermeras. “Es imposible“, cuenta a iSanidad la Dra. Mar Faraco, presidenta de la Asociación de Médicos de Sanidad Exterior (AMSE), “ya no te digo que necesitamos conciliar, necesitamos dormir”.
La Dra. Faraco explica a iSanidad la labor de sanidad exterior, con pandemia y sin ella, los problemas laborales y de falta de recursos que enfrentan y la situación que vive estos días un cuerpo médico del que poco se habla, y menos se conoce, y que “no está olvidado ahora, lleva olvidado casi los 120 años de su existencia”, lamenta.
“El cuerpo de sanidad exterior no es que esté olvidado ahora, lleva olvidado casi los 120 años de su existencia”
¿Con qué plantilla cuenta sanidad exterior?
Plantilla total de sanitarios entre 500 y 600, pero ahí incluimos veterinarios, que es el cuerpo que tiene más gente, farmacéuticos, técnicos de inspección y médicos y enfermeras, que no llegamos ni a 150, que son las plazas que hay, pero no todas están cubiertas. Con lo que estoy siendo generosa al decir que somos 150 médicos y enfermeras.
¿Cuáles son las principales labores que hacen normalmente?
En cualquier contexto, con pandemia o sin ella, tenemos dos grandes labores fundamentales. Por un lado, el centro de vacunación internacional donde vacunamos a los viajeros. Esta no es una labor en exclusiva, porque se comparte con las comunidades autónomas, aunque el peso grande lo lleva sanidad exterior por volumen de viajeros que vemos. Por otra parte, está el control higiénico-sanitario en fronteras. Los médicos y enfermeras nos ocupamos de medios de transporte y personas.
“En cualquier contexto, tenemos dos grande labores: el centro de vacunación internacional y el control higiénico sanitario en fronteras”
En esta labor de rutina está la inspección de buques en los puertos, por ser casas flotantes con baños, cocinas, despensas, etc. También llevamos la policía sanitaria mortuoria con la que autorizamos o no el traslado internacional de cadáveres valorando la causa de la muerte; si ha fallecido de una enfermedad infecto-contagiosa puede haber un problema sanitario. Además, nos ocupamos de las alertas y emergencias sanitarias.
Una alerta sanitaria ocurre en cualquier momento que llega en un buque o en un avión una persona o un grupo de gente con sospecha de enfermedad infecto-contagiosa que puede ser un problema para la salud pública. Vemos si hacemos la visita en el medio de transporte, decidimos las medidas de seguridad para el desembarco si son necesarias. Una emergencia sanitaria es lo que está ocurriendo ahora o lo que pasó con el ébola hace unos años. Ahí pasamos a un control diario mucho más activo. Por suerte, esto ocurre poco.
Ahora recae en sanidad exterior el control de los viajeros que lleguen a España a través de los aeropuertos y puertos designados esta semana. ¿Qué supone este cambio?
Hemos estado haciendo controles con los viajes imprescindibles que ha habido en el cierre de fronteras. Han sido pocos, pero han seguido entrando vuelos con militares, repatriados o cooperantes. Lo que va a cambiar, es que ahora tenemos que hacerlos con toda la lista de puertos y aeropuertos designados desde el momento en el que se abran las fronteras. Se han aumentado de la noche a la mañana, con lo cual, es complicado.
“La decisión de designar de manera express los aeropuertos y puertos es difícil de entender. Si los designados hasta ahora no estaban bien dotados, los nuevos…”
Se supone que cuando se han designado, deben tener unas capacidades, no solo de personal, también de infraestructuras y contar un plan de contingencia. Esta decisión de designar de manera express los aeropuertos y puertos es difícil de entender. Si los designados hasta ahora no estaban bien dotados, los nuevos… La evaluación anterior la hicimos en conjunto los médicos de sanidad exterior con los puertos y aeropuertos y llevó mucho tiempo. En esta ocasión nosotros no hemos participado, entonces no tengo muy clara esa evaluación de capacidades.
¿Qué tareas y responsabilidades asumen cuando lleguen vuelos o cruceros con la apertura de fronteras?
Tenemos que controlar la temperatura con lo que tengamos, en principio con cámaras térmicas. No hay en todos sitios pero, en teoría, habrán llegado para el día uno de julio. Esas cámaras se están instalando en aeropuertos ahora mismo. Si no han llegado, se medirán con termómetros láser, que no tienen la precisión y la velocidad adecuada. Además, recogemos una ficha del viajero donde vienen datos epidemiológicos y datos de contacto, que son fundamentales. Y se les da una información básica con los números de contactos a los que debe llamar en España si presenta síntomas.
“Hasta ahora debíamos llamar a todos los que han llegado a España cada dos o tres días para hacer seguimiento de sus cuarentenas. Pese a los pocos viajeros, no hay capacidad para hacer todas esas llamadas”
Cuando detectamos una temperatura elevada, pasamos a esa persona a una sala aislada que tenga preparada el aeropuerto y se le hace una evaluación epidemiológica. Si hay sospecha de coronavirus contactamos con la comunidad autónoma para que lo trasladen a un centro médico y le hagan pruebas. Si da positivo en esas pruebas, nosotros tenemos que contactar con las personas que hubieran estado alrededor y ponerlos en cuarentena.
Hasta ahora, que está vigente la cuarentena para todo el que llega a España, debíamos llamarlos a todos cada dos o tres días para hacer seguimiento. Pese a los pocos viajeros que han venido en este periodo, no hay capacidad para hacer todas esas llamadas. Si hubiera que hacerlas a partir de ahora que se abren las fronteras, sería totalmente imposible para los servicios de sanidad exterior.
Entonces, ¿cómo ve el estado actual de la plantilla para hacer frente al control cuando se abran las fronteras?
Es imposible. Los compañeros que lo han estado haciendo con las fronteras cerradas ya están completamente saturados, trabajando mañana, tarde y noche. Están desesperado y no pueden cubrir todo. Cuando se abran las fronteras en puertos y aeropuertos designados, si estamos nosotros solos, que es lo previsible, haremos lo que podamos, pero no vamos a poder cubrir todo. Ya no te digo que necesitamos conciliar, necesitamos dormir.
“Haremos lo que podamos, pero no vamos a poder hacerlo todo. Ya no te digo que necesitamos conciliar, necesitamos dormir”
Es verdad que se ha llegado a un acuerdo entre puertos y aeropuertos del Estado y Gobierno para dotarnos de personal de apoyo, aunque no todos serán sanitarios. Pero en caso de sospecha, siempre hay que avisar al médico. Estamos localizables 24 horas siempre, no solo ahora, con el coronavirus. En principio, a partir del uno de julio habrá un equipo de médico y enfermera en cada punto de entrada designado, pero entre el 21 de junio y el 30 de junio, igual hay un equipo para cubrir diferentes puntos.
Pero, incluso en condiciones normales, la localización de 24 horas además de estar muy mal remunerada es muy esclava porque somos muy pocos. No puedes estar a más de una hora de tu zona de cobertura. Así, que haya un solo equipo localizado quiere decir que no puedes salir de tu casa en un mes.
“Cada uno de nosotros cubrimos puertos y aeropuertos incluso de provincias diferentes, que hasta pueden estar a 300 kilómetros de distancia entre sí”
Este sistema de jornada y horario lo llevamos a los tribunales. La realidad es que se hizo para llamadas puntuales, no para estar localizados para una cosa tan grande como esta pandemia. Cada uno de nosotros cubrimos puertos y aeropuertos incluso de provincias diferentes, que hasta pueden estar a 300 kilómetros de distancia entre sí. Con lo cual, si te llaman para un positivo puedes tardar mucho en llegar y hacer tu trabajo.
¿Qué necesitarían para poder cumplir las funciones que se les han encomendado, tato en cuestión de recursos materiales como de recursos humanos?
Calculo que al menos 500 médicos y enfermeras serían necesarios si se quiere controlar realmente y si se da un positivo, poder llamar a los que han viajado con él. Además de seguir atendiendo el trabajo diario, que va en aumento, con la apertura de los centros de vacunación y la inspección de buques, etc.
“La toma de temperatura tiene un valor muy relativo. Puede ayudar a tranquilizar y disuade a la gente que viajaría con fiebre”
¿Cree que realmente tiene valor tomar la temperatura?
Lo que dicen los CDC y la OMS es que la toma de temperatura no es un control efectivo perfecto. Puede ayudar un poco, también tranquiliza, y esto es importante, y disuade a gente que se lanzaría a viajar con fiebre pero teme que le puedan “pillar”. Es un paso más pero con un valor muy relativo.
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