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Ciertos probióticos han pasado de ser un complemento alimenticio a un producto sanitario. Farmasierra es una de las compañías que más esfuerzos ha realizado en su investigación. “El estudio durante años de los probióticos ha llevado a concluir que ciertas cepas tienen propiedades terapéuticas”, explica su presidente, Tomás Olleros, en esta entrevista a iSanidad.
¿Cómo influye la salud de la microbiota en el sistema inmune?
La microbiota provoca que el sistema inmune reaccione produciendo sustancias antinflamatorias que contrarrestan a las propias proteínas inflamatorias que genera el sistema inmune cuando a él acceden los patógenos. Para esta respuesta inmune es fundamental la barrera intestinal, que impide esa entrada de patógenos y a la que contribuye la microbiota fijándose al epitelio intestinal compitiendo por tanto con los patógenos.
Tradicionalmente se han utilizado los probióticos como un complemento alimenticio, ¿qué ha aportado la investigación científica?
Los probióticos se han utilizado en la alimentación tradicionalmente y de hecho en nuestra dieta moderna están perfectamente integrados. Sin embargo, el estudio durante años de los probióticos ha llevado a concluir que ciertas cepas tienen propiedades terapéuticas. Según esas propiedades terapéuticas y los estudios clínicos correspondientes se ha conseguido en algunos de los probióticos la autorización como un producto sanitario, como un producto que se puede recomendar para una indicación determinada.
Cada vez hay más investigación, pero ¿conoce realmente el médico este tipo de productos?
El médico conoce realmente el beneficio de ciertos probióticos. Sin embargo, lo que requiere es la evidencia clínica, sobre la eficacia, la seguridad de los probióticos.
Según esas propiedades terapéuticas y los estudios clínicos se ha conseguido en algunos de los probióticos la autorización como un producto sanitario
¿Existen resistencias dentro de la comunidad médica para su uso?
No podemos hablar de resistencias, lo que hablamos es que se requiere evidencia clínica, ensayos clínicos, la seguridad de los probióticos y las propiedades terapéuticas.
¿Cómo están cambiando los probióticos el abordaje de las patologías digestivas? ¿Pueden resultar útiles para otras enfermedades?
En alteraciones leves, sintomatologías leves en el aparato digestivo tienen mucha aplicación ciertas cepas de probióticos. Cuando ya pasamos a una enfermedad intestinal o a alteraciones graves, los probióticos pueden ayudar al tratamiento con fármacos. Pero por sí mismos, los probióticos no van a poder utilizarse solos para mejorar una determinada patología.
¿Pueden utilizarse con un fin preventivo para mantener sana nuestra microbiota?
Sí, se pueden utilizar de hecho, en situaciones de estrés, comidas copiosas, alteraciones frecuentes del aparato digestivo, con buenos resultados preventivos.
¿Qué restos plantea la fabricación de estos productos y cómo se ha adaptado Farmasierra a la fabricación de estos productos?
Estos productos hay que fabricarlos de acuerdo a las buenas prácticas de fabricación igual que si fabricamos un medicamento. Hay que tener en cuenta sin embargo, que estamos hablando de microrganismos vivos. Tienen que sobrevivir al proceso de fabricación y después de conservación del producto el tiempo que vaya a estar en el mercado. Farmasierra lo que ha venido haciendo en los últimos quince años es trabajar en la incorporación de probióticos en formas farmacéuticas. Para ello, ha diseñado zonas exclusivas para la elaboración de probióticos, ha dedicado máquinas exclusivamente para favorecer a esa producción y ha generado los métodos analíticos microbiológicos para determinar que el microrganismo sobrevive a esa fabricación.
Cuando pasamos a una enfermedad intestinal o a alteraciones graves los probióticos pueden ayudar al tratamiento con fármacos
Podemos entender que si hay que hacer un comprimido o una cápsula o un sobre de un probiótico durante el proceso de fabricación va a haber una cierta destrucción de microorganismos. Por eso es tan importante los métodos analíticos debidamente validados que demuestren que tenemos una determinada cantidad de probióticos y que además en esa cápsula, en ese comprimido, en ese sobre, vamos a tener una uniformidad de contenido a lo largo de todo el lote de fabricación. Una vez está el producto envasado y está en el mercado, tiene que mantener las cualidades de conservación que se requieren para confirmar que hay un número mínimo de microrganismos, por el cual va a ser efectivo ese producto.
Importantísimo en todo esto, los utensilios de limpieza. Se tiene que limpiar la maquinaria, las zonas donde se han elaborado los productos con probióticos y también las medidas higiénicas que tiene que mantener el personal tanto en su limpieza como en la vestimenta. Todo esto es fundamental para que una vez terminada la fabricación, se pueda certificar que no quedan restos de esos microorganismos y se pueda iniciar una nueva fabricación.
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