El visado de la epoc es un obstáculo tanto para pacientes como para los profesionales sanitarios

proyecto "Respirar"

..Fernando Ruiz.
En España el 10% de las consultas de atención primaria tienen que ver con EPOC, y suponen entre el 35 y el 40% de las visitas a los servicios de neumología. La prevalencia  de esta enfermedad se sitúa en el 12%, según el estudio Episcan y, presenta un infradiagnóstico del 73%. El tratamiento farmacológico de la EPOC está orientado al control y disminución de la sintomatología, es decir, la mejora de la calidad de vida del paciente. Para la consecución de estos objetivos se encuentra el uso de la triple terapia. A pesar de ello las administraciones han impuesto un visado que dificulta al facultativo su prescripción. Supone una carga extra de acciones burocráticas y administrativas, repercutiendo de forma negativa en los pacientes.

El Visado de la EPOC dificulta su prescripción y perjudica notablemente a los pacientes empeorando su calidad de vida y su adherencia terapéutica

En este sentido el responsable de la Coordinadora Nacional de Pacientes con EPOC de Fenaer,  Iñaki Morán declaró el pasado junio a iSanidad que el visado para la triple terapia está generando cada vez más controversia. Profesionales y pacientes aseguran que no ayuda ni a unos ni a otros. Es una traba administrativa que rechazan todos. Es absurdo que esta medicación de uso muy difuso tenga la exigencia de un visado. Actualmente, el tiempo de conseguir el visado de la EPOC difiere en las distintas Comunidades Autónomas, generando desigualdades en el acceso a los tratamientos. Asimismo, el visado es confuso y está mal redactado, lo que obliga a los profesionales a hacer una mala práctica clínica. De hecho, impide a los médicos de atención primaria prescribir este tratamiento, a pesar de estar perfectamente capacitado para su prescripción.

La Dra. Milagros González aseguró en un coloquio de iSanidad que se ha comprobado que la sinergia de las tres sustancias juntas es mucho más efectiva a la hora de controlar los síntomas y prevenir las exacerbaciones que dándolas por separado.

La sinergia de las tres sustancias juntas es más efectiva en el control de los síntomas y en la prevención de exacerbaciones que por separado

Esta generando más inequidades de las que ya existen, incluso dentro de las propias regiones. Además de ello, el visado supone un mayor coste para el Sistema Nacional de Salud. Y, sobre todo, lo que es más importante que repercute de forma negativa al paciente. Evita el correcto abordaje de la patología e incide en la adherencia., que a la larga supone un mayor número de consultas en atención primaria e ingresos hospitalarios.

En definitiva, el visado dificulta la adherencia al tratamiento, obstaculiza la atención a los pacientes, disminuye su calidad de vida y constituye un obstáculo para ellos y para los profesionales sanitarios. Asimismo, rompe con el principio de equidad, lo que ha llevado a interpretaciones distintas por parte de las comunidades autónomas.

El visado es un trámite burocrático innecesario, puesto que ni supone mayor control en la prescripción de fármacos, ni garantiza una mayor eficacia para cada paciente ni resulta más económico. Al contrario, su eliminación simplificaría la atención a los pacientes y el trabajo de los médicos, supondría un acceso rápido e igualitario al tratamiento, descargaría de burocracia al sistema y, sobre todo, facilitaría la adherencia y, por lo tanto, un mejor control de la enfermedad.

Noticias complementarias:

Opinión

Multimedia

Especiales

Atención primaria

Sanidad privada

iSanidadental

Anuario

Accede a iSanidad

Síguenos en