..Cristina Cebrián.
El Ministerio de Sanidad aconseja la creación de una comisión multidisciplinar para adaptar las recomendaciones a cada área asistencial en la que se realicen procedimientos intervencionistas. Así se indica en el documento Recomendaciones de seguridad del paciente y profesionales en procedimientos intervencionistas en la fase de transición de la pandemia Covid-19.
El objetivo de esta comisión multidisciplinar es hacer un seguimiento de la situación epidemiológica y de recursos disponibles a lo largo de la fase de transición de la pandemia de Covid-19. En dicha comisión multidisciplinar deberán participar los distintos estamentos y especialidades intervinientes en los procedimientos, así como asesores expertos en Covid-19.
Se aconseja establecer circuitos diferenciados de pacientes con Covid-19 confirmado, con sospecha de infección y con Covid-19 descartado
Asimismo, otra de las recomendaciones para esta nueva etapa es establecer circuitos diferenciados de pacientes con Covid-19 confirmado, con sospecha de infección y con Covid-19 descartado. De este modo, se evitará la transmisión del virus entre pacientes, así como de pacientes a profesionales y viceversa. El documento indica que estos circuitos deberán ir adaptándose según las características de los hospitales. Pero también tendiendo en cuenta los escenarios de alerta y las características epidemiológicas del área donde se encuentran.
Circuitos generales del hospital
Para el establecimiento de circuitos generales en los hospitales, los expertos ven necesario independizar áreas específicas, en la medida de lo posible y atendiendo a varios criterios. En primer lugar, debe tratarse de espacios físicos con circuitos independientes dentro las áreas de procedimientos intervencionistas.
De modo que uno sea para pacientes electivos y otro para pacientes sospechosos y urgentes a los que no haya dado tiempo a realizar el despistaje de SARS-CoV-2. También se establecerá un tercer circuito de pacientes confirmados de infección por SARS-CoV-2. Así, se procurará en todo momento la circulación de pacientes electivos y profesionales en un entorno libre de Covid-19.
Para las áreas de hospitalización específicas, aconsejan minimizar la posibilidad de propagación del virus entre los pacientes en caso de necesidad de ingreso
Para ello se usará, en la medida de lo posible, los espacios existentes libres de Covid-19. Aquí se incluye en el circuito la entrada al hospital, área de preparación y espera, ascensores y pasillos de acceso a salas de procedimientos, áreas de recuperación postanestésica y unidades de cuidados críticos. En caso de imposibilidad técnica, especialmente en hospitales de tamaño medio o pequeño, en escenario I de alerta o epidemiología favorable, se optará por la atención no simultánea con las medidas de limpieza correspondientes.
Para las áreas de hospitalización específicas, aconsejan minimizar la posibilidad de propagación del virus entre los pacientes en caso de necesidad de ingreso. Asimismo, el tamaño de las áreas diferenciadas se irá adaptando a la epidemiología del área y demanda de recursos hospitalarios de pacientes con confirmación de infección.
Reducir el riesgo del profesional como foco de contagio
Otro aspecto que preocupa en esta nueva fase es el posible foco de contagio que puedan generar los profesionales sanitarios. En este sentido, los expertos apuntan a establecer una organización estructural del personal sanitario. De modo que se proteja a los pacientes ingresados y al personal sanitario de los riesgos de la infección por SARS-CoV-2. Al tiempo que se asegura la actividad asistencial de los pacientes afectos de patologías propias de la especialidad en cuestión.
Se evitará la rotación de profesionales durante la misma jornada entre salas o zonas donde se realicen procedimientos electivos
Así, los hospitales deberán adecuar los recursos humanos para asegurar la continuidad asistencial. También se evitará la rotación de profesionales durante la misma jornada entre salas o zonas donde se realicen procedimientos electivos con otras en las que se realicen procedimientos en pacientes sospechosos o confirmados.
Para reducir el riesgo del profesional como foco de contagio es fundamental la detección precoz de infección activa entre los profesionales. En este sentido, el documento establece el diseño de un circuito de declaración a Medicina Preventiva o a Prevención de Riesgos Laborales, según se encuentre organizado en cada centro.
En este punto también es clave contar con pruebas PCR en los centros hospitalarios para identificar a los infectados. Las PCR deben realizarse “de forma prioritaria” a los profesionales en el momento de tener cualquier síntoma o historia de contacto estrecho.
Por último, deberá realizarse un seguimiento clínico del caso y estudio y seguimiento de los contactos. Estos últimos permanecerán en cuarentena según lo indique la Estrategia de diagnóstico, vigilancia y control; o los protocolos locales y las recomendaciones del Ministerio de Sanidad. También se aplicarán criterios clínicos y microbiológicos adecuados para la vuelta segura al trabajo.