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Nuevos avances en el diagnóstico del Alzheimer ponen de manifiesto la importancia de la detección precoz en esta enfermedad. Un equipo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis, EE. UU. ha desarrollado una técnica para detectar pequeñas cantidades de un fragmento de proteína relacionado con la enfermedad de Alzheimer en la sangre. Así se ha publicado en la revista Journal of Experimental Medicine (JEM).
De este modo, un simple análisis de sangre bastaría para diagnosticar el desorden neurodegenerativo, años antes de que los síntomas comiencen a aparecer. El estudio muestra que los niveles de p-tau-217 están elevados durante las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer. Esta patología se caracteriza por la presencia de placas en el cerebro formadas por la proteína amiloide-beta. También por agregados de la proteína tau que forman nudos neurofibrilares en las neuronas de los pacientes con Alzheimer.
El amiloide-beta y la tau comienzan a cambiar años antes de que cualquier síntoma cognitivo y la única única forma de detectarlos era con una tomografía por emisión de positrones
El amiloide-beta y la tau comienzan a cambiar años antes de que cualquier síntoma cognitivo, como la pérdida de memoria y la confusión, sea evidente. Sin embargo, con anterioridad, la única forma de detectarlos era con una tomografía por emisión de positrones (PET). De esta forma se podía visualizar el cerebro o la columna vertebral para medir los niveles cambiantes de amiloide-beta y tau en el líquido cefalorraquídeo.
Durante muchos años, los investigadores han intentado desarrollar análisis de sangre que puedan detectar la enfermedad de Alzheimer antes de que aparezcan los síntomas. Una de las ventajas de este método diagnóstico es que es más barato y menos invasivo que los escáneres PET y los golpes espinales.
Los investigadores sospecharon que p-tau-217 también podría estar presente en la sangre de pacientes con Alzheimer
Predicción de síntomas de Alzheimer
Randall Bateman, Nicolas Barthélemy y el resto de investigadores hallaron previamente que un fragmento modificado de tau, conocido como p-tau-217, se acumula en el líquido cefalorraquídeo de los pacientes de Alzheimer antes del inicio de los síntomas cognitivos. De forma que aumenta con la progresión de la enfermedad y puede predecir con precisión la formación de placas amiloides. Además, los investigadores sospecharon que p-tau-217 también podría estar presente en la sangre de pacientes con Alzheimer. Aunque, eso sí, a niveles muy bajos que dificultarían la detección.
“Queríamos cuantificar los niveles de diferentes proteínas tau, especialmente p-tau-217, en la sangre y compararlas con la patología amiloide y la aparición de demencia. Nuestro objetivo era evaluar su potencial como biomarcadores de la enfermedad de Alzheimer en la sangre”, señala el Dr. Bateman, profesor de Neurología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington.
Los investigadores desarrollaron un método basado en espectrometría de masas para medir la cantidad de p-tau-217 y otros fragmentos de tau en tan solo 4 ml de sangre
El siguiente paso del equipo científico fue el desarrollo de un método basado en espectrometría de masas para medir la cantidad de p-tau-217 y otros fragmentos de tau en tan solo 4 ml de sangre. A pesar de que unas muestras tan pequeñas pueden contener menos de una billonésima parte de un gramo de p-tau-217. Según explica el investigador Barthélemy, “esta es la concentración más baja jamás medida por espectrometría de masas para un marcador de proteína en el plasma sanguíneo humano”.
Presencia de placas amiloides
Los investigadores también encontraron que los niveles de p-tau-217 en la sangre eran extremadamente bajos en voluntarios sanos. Al igual que a los niveles de p-tau-217 en el líquido cefalorraquídeo. Sin embargo, fueron elevados en pacientes con placas amiloides, incluso en aquellos que aún no habían desarrollado síntomas cognitivos.
Bateman: “Nuestros hallazgos respaldan la idea de que las isoformas de tau en la sangre son potencialmente útiles para detectar y diagnosticar la patología de la enfermedad de Alzheimer”
La medición de los niveles plasmáticos en sangre de p-tau-217 fue capaz de predecir con precisión la presencia de placas amiloides en las exploraciones PET. De modo que se obtuvo un mejor rendimiento que otro fragmento de tau, p-tau-181, que anteriormente se propuso como biomarcador para la enfermedad de Alzheimer.
“Nuestros hallazgos respaldan la idea de que las isoformas de tau en la sangre son potencialmente útiles para detectar y diagnosticar la patología de la enfermedad de Alzheimer. Además, nuestro ensayo para medir los niveles de tau en plasma podría usarse como una herramienta de detección altamente sensible para identificar los cambios de tau asociados con la formación de placa amiloide en sujetos normales, reemplazando las costosas imágenes de PET”, concluye Bateman.
