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El Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) ha manifestado su preocupación por la reactivación del Covid-19 en España en estas últimas semanas. Entiende que todavía estamos a tiempo de evitar que la situación se descontrole.
Tanto la sociedad española como sus instituciones deben desarrollar una clara estrategia de persuasión, movilización de recursos, y de vigilancia. Es necesaria una exigencia en el cumplimiento de las regulaciones para detener los comportamientos temerarios y el relajamiento silente.
Existe un claro sentimiento de decepción e indignación en las profesiones sanitarias. El sentimiento está acompañado de un cansancio de meses de trabajo intenso y jornadas agotadoras. La decepción se extiende al comportamiento de los responsables políticos e institucionales. Denuncian que “falta un liderazgo común en la respuesta sanitaria de todos” frente al Covid-19
La reactivación del Covid-19 tiene que ver con la propia configuración institucional y el subdesarrollo de la Atención Primaria y la Salud Pública
Desesperación y desconsuelo es lo que produce en los profesionales sanitarios las disputas y rivalidades entre fuerzas políticas e instituciones. Su trabajo, insisten desde el CGCOM, “deberían estar remando todos en la misma dirección”. El mes de septiembre genera entre los sanitarios una creciente sensación de temor y desolación. El progresivo aumento de casos graves que amenaza con inundar nuestros centros de salud, urgencias y hospitales. La dificultad de respuesta del SNS ante la pandemia es el resultado de aspectos de su propia configuración institucional, y del subdesarrollo de la Atención Primaria y la Salud Pública
El CGCOM respalda la propuesta de una evaluación independiente que permita entender la dificultad de control del Covid-19 en España. Entiende que los incumplimientos tolerados por la inacción de las autoridades han de corregirse con una asignación y activación de recursos. Estos recursos deben ser tanto normativos como de personal
Para la corporación, el número y amplitud de brotes suponen un claro riesgo de desbordamiento de la capacidad local de control. Así, plantea preparar instrumentos para la limitación de la movilidad en ámbitos más amplios de población ante la reactivación del Covid-19.
