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El Covid-19 puede tener aún un impacto mayor debido a las carencias en la formación de los estudiantes de 6º curso y residentes, que se están produciendo en la docencia práctica
El Covid puede afectar notablemente a la formación practica de los estudiantes de medicina
“La consecuencia más importante es la prohibición de la entrada de los estudiantes de Medicina en los hospitales docentes universitarios de algunas Comunidades Autónomas. De modo que, no pueden recibir la docencia práctica que debe necesariamente complementar la docencia teórica”, señala el Prof. Antonio J. Torres, catedrático de Cirugía de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y vicepresidente de la Comisión Nacional de la Especialidad de Cirugía General y del Aparato Digestivo, quien recuerda que “esto es especialmente negativo en los estudiantes de 6º, un curso eminentemente práctico donde deben consolidarse aquellos conocimientos prácticos de habilidades y aptitudes necesarios para la práctica clínica tras abandonar la facultad de Medicina”.
Antonio J. Torres:“ La consecuencia más importante es la prohibición de la entrada de los estudiantes de Medicina en los hospitales docentes”
Esta decisión se ampara, en el objetivo de evitar riesgos a los alumnos, argumento que ha sido rebatido recientemente por la Conferencia de Decanos. Como señala el Prof. Javier Arias, decano de la Facultad de Medicina de la UCM, “aunque la presencia de estudiantes en los centros sanitarios pueda suponer un riesgo de contagio o convertirse en fuente de transmisión sería similar al de profesionales sanitarios y no sanitarios o al de usuarios y sus acompañantes”. Asimismo, añade que “el número de estudiantes que realizan prácticas en un centro es muy reducido comparado con el de usuarios o profesionales”. Por todo ello, el Prof. Arias considera que “los estudiantes deben estar, con las debidas garantías, donde adquieren competencias esenciales para su ejercicio profesional futuro”.
Esta precaria situación, como asegura Torres, resulta especialmente grave y patente en especialidades quirúrgicas. Sobre todo, para aquellos profesionales que se encuentran en la fase de residencia, afectando a todos los años de formación (desde R1 a R5). Además, el profesor asegura que, “en los residentes de Cirugía el déficit de formación práctica es especialmente lesivo”.
Antonio J. Torres: “Esta situación resulta especialmente grave y patente en especialidades quirúrgicas”
Este experto, que es Jefe de Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, apunta dos razones fundamentales por las que esta situación supone un deterioro en la formación. Por una parte, afirma, “debido a la limitación en el número de personas que pueden reunirse, no se pueden llevar a cabo las sesiones clínicas planificadas donde los residentes aprenden a tomar decisiones acerca de las indicaciones quirúrgicas de los pacientes, se analizan las complicaciones y se discuten diferentes aspectos asistenciales, docentes e investigadores”.
Por otro lado, continúa detallando el Prof. Torres, “están disminuyendo el número de intervenciones quirúrgicas programadas por la sobrecarga hospitalaria que supone la atención de los pacientes COVID, lo que impide que los residentes puedan recibir la imprescindible enseñanza práctica de las habilidades necesarias para desempeñar la profesión de cirujanos una vez terminan sus periodos de residencia”. Esto es especialmente controvertido en los R5. Es el momento de su formación donde perfeccionan las habilidades técnicas esenciales para llevar a cabo operaciones quirúrgicas por ellos mismos en un inmediato futuro.
Los meses de pandemia van a suponer una merma de al menos unos 6 meses en sus periodos formativos
Se estima que tanto en los estudiantes de 6º como en los R5 los meses de pandemia van a suponer una merma de al menos unos 6 meses en sus periodos formativos advierte Torres. Asimismo, añade que “todo ello repercutirá en la actividad clínica que lleven a cabo, tanto como médicos generales como cirujanos”.
Pero, además, el bloqueo a la formación práctica de alumnos de último curso de Medicina o de residentes también tiene otras consecuencias, que chocan especialmente con las urgencias y déficits asistenciales actuales. Dada la escasez de personal sanitario en los últimos meses, habría que tener en cuenta que “los estudiantes bien formados podrían ayudar a paliar esta situación. Esto supone una oportunidad formativa excepcional. El aprendizaje y la colaboración de los estudiantes redundaría también en el propio sistema sanitario y en la sociedad”, asegura el decano.