..Luis A. de Haro. Director general de iSanidad.
Para contratar médicos extranjeros hay que cambiar la legislación, es así de sencillo.
Por muchas peticiones que se hagan desde las comunidades autónomas, los colegios de médicos o las sociedades científicas. El problema de las contrataciones no se resuelve solo con buena voluntad, además hay que “arrimar el hombro”.
No es un problema de médicos o de enfermeras, el origen del problema es la deficiente planificación del sistema. Los profesionales españoles están muy bien formados y considerados, pero muy mal pagados. Por eso muchos se van o piensan en irse. Cada año aumentan los certificados de idoneidad que expende el Consejo de Colegios de Médicos. Eso no quiere decir que se vayan tantos médicos como certificados se dan. Simplemente quiere decir que cada vez hay más gente que estudia opciones para marcharse.
Ni los médicos extranjeros, ni los españoles pueden atender a 45 pacientes en una jornada laboral
Hace mucho tiempo que se conoce el déficit de médicos de Atención Primaria. No solo no se ha atendido, sino que el problema se ha agravado con el Covid-19. Ni los médicos extranjeros, ni los españoles pueden atender a 45 pacientes en una jornada laboral. Tampoco se puede llamar a 120 pacientes en un día. No haberles escuchado antes pone en juego las posibilidades de maniobra ahora.
Sin un título homologado no se puede trabajar en España. Y la homologación de los títulos de los médicos extranjeros no es sencilla. El Covid-19, entre otras cosas, ha destapado el enorme problema con la planificación de profesionales de estos últimos años. Es urgente tomar la determinación de hacer el registro de profesionales y determinar las necesidades de hoy y de dentro de 15 años.
Acudir a los médicos extranjeros tiene sentido si se les homologa
Acudir a los médicos extranjeros tiene sentido si se les homologa. Hay que decidir si se bajan los requerimientos o se buscan por otro lado, pero “si no hay mata no hay patata”. Es decir, si no se pueden homologar los títulos no se pueden contratar.
¿Qué pensarán los que no han aprobado el MIR?, ¿se puede contratar a los que se han quedado a 100 o 200 puestos de la última plaza? No es un problema de cupos o de legislación, es un problema de la inexistente planificación de los recursos del sistema.