..Luis A. de Haro. Director general de iSanidad.
La disputa entre el gobierno central y el de Madrid está siendo una carnicería. Nadie se fía de lo que dice ninguno de los dos. Se está viendo que para el Covid-19 los criterios son políticos no científicos. Así no se arreglará ningún problema. Ni profesionales ni pacientes pueden estar tranquilos. Declaraciones, malos modos y protagonismos, pero ningún acuerdo para afrontar lo que tenemos todos encima.
El Ministerio se propone “intervenir” Madrid. Los criterios ni son únicos ni son iguales para todos. Parece una maniobra política para poner un pie en el mando de un Madrid que se le escapa a la coalición del gobierno central. Hasta el portavoz socialista en Madrid, Angel Gabilondo, muestra su rechazo a las propuestas del Ministerio. La falta de credibilidad de todos crece cada día. Por otro lado, Madrid tampoco entiende que más del 40% de los infectados están dentro de sus fronteras y que debe adoptar más restrictivas.
En la próxima ola de Covid-19 que los políticos del Covid-19 se compren en El Corte Inglés para poder devolverlos
Y mientras la ocupación de camas UCI crece. La epidemia del Covid-19, ajena a los problemas de los políticos, sigue su curso. La media es de más de 10.000 infectados nuevos cada día. Así no se va a ninguna parte.
La falta de criterio es tan grande que incluso se propone contratar médicos extranjeros. El resultado es que se revelan todos los profesionales: sindicatos, asociaciones, colegios… ¿No sería más fácil escuchar primero a los representantes sectoriales? Tienen conocimiento, experiencia y ganas de ayudar. Y ahora, ¿qué? ¿A dar marcha atrás? No parece sencillo tal como están las cosas de “enconadas”.
Por favor, en la próxima ola de Covid-19 que los políticos, ministros y consejeros de todas las áreas se compren en El Corte Inglés. Así, si salen tan malos como estos, se pueden devolver. No se puede seguir con estos.
Y aún no ha llegado la orden de distribución de vacunas. Parece difícil pensar que con esta tropa al frente se vaya a acertar con el criterio de selección. No solo no se pondrán de acuerdo, sino que sus criterios volverán a ser políticos.