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La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha solicitado un plan de inversión para la renovación de los equipos de tecnología sanitaria. España se encuentra en esta materia por debajo de la media de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). De hecho, el nivel de obsolescencia del parque tecnológico resulta mayor que hace una década. Un 44% de estos bienes cuenta con más de 10 años.
Se trata de una reclamación histórica de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin). La patronal cuenta en la actualidad con un plan para acabar con los problemas de obsolescencia. En concreto, su estrategia consistiría en una inversión mínima de 400 millones euros anuales durante los próximos cuatro años. A pesar de esta necesidad, el gasto en tecnología en 2019 se redujo casi un 10%, según las cifras de Fenin.
Un plan de inversión en tecnología sanitaria vendría a resolver el problema de la obsolescencia de los equipos. Un 44% del parque tecnológico cuenta con más de 10 años
En 2018, AIReF pone de manifiesto el Sistema Nacional de Salud destinó un total de 320 millones de euros para la renovación de los equipos de alta tecnología. La cifra resulta baja si se compara con el gasto farmacéutico. La dispensación en farmacia por ejemplo supone un coste de 10.500 millones de euros, mientras que la factura de los medicamentos hospitalarios asciende a 6.613 millones de euros. El total del gasto sanitario alcanza los 71.000 millones de euros, un 6,4% del PIB y un 15% del gasto público.
La situación varía entre las comunidades autónomas. La distancia entre la comunidad autónoma con mayor y menor dotación de equipos públicos por millón de habitantes en 2017 es de un 121%. No obstante esta cifra se ha reducido, ya que en 2010 se situaba en el 411%. Según el informe de la AIReF, las comunidades autónomas con una mayor dotación de equipos de alta tecnología por cada millón de habitantes son Aragón,
Asturias, La Rioja y Navarra, con más de 240 equipos instalados en centros públicos. En el lado contrario, se sitúan Cantabria, Castilla-La Mancha, Cataluña y Murcia, con menos de 180 equipos públicos por millón de habitantes.
A pesar de que los niveles de inversión no son tan elevados como en la partida de farmacia, la presidenta de AIReF, Cristina Herrero, considera que “la tecnología sanitaria es imprescindible para una asistencia de calidad y puede generar ahorros presupuestarios pero que resultan difíciles de cuantificar”. Para la puesta en marcha de este plan la institución considera necesario el establecimiento de modelos de decisión para priorizar la adquisición y renovación de equipos.
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