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Aunque la pandemia ha impulsado el uso de la telemedicina, también ha generado “una gran confusión” según Julio Lorca, director de Desarrollo de Salud Digital en DKV Seguros, porque, en su opinión, “parece que todo es telemedicina y una llamada telefónica no lo es”. Así ha comenzado el encuentro entre médicos que utilizan las tecnologías de la información para tratar la obesidad y expertos en el desarrollo de la telemedicina que han compartido sus experiencias este miércoles en un webinar organizado por Novo Nordisk.
Julio Lorca: “Parece que todo es telemedicina y una llamada telefónica no lo es”
¿Qué papel puede jugar la telemedicina en el entorno clínico de la obesidad y de otras patologías? El Dr. José Manuel García Almeida dirige la Unidad de Obesidad del Hospital Quironsalud Málaga. Habla de “Obesidad 2.0”, un concepto que se basa en las utilidades de la telemedicina para tratar a sus pacientes. Con las tecnologías, explica, “podemos llegar al diagnóstico de la enfermedad y al control de la composición corporal. Hay cientos de miles de herramientas dietéticas, de ejercicios, y podemos darles apoyo y motivación”.
Sin embargo, señala dos barreras de las tecnologías. Primero, la necesidad de recoger todas las aplicaciones y recursos disponibles en la red para trabajar la obesidad y el control metabólico en una única plataforma, que facilite la labor del médico. Segundo, “la telemedicina nunca va a sustituir 100% la exploración física”. Esta “puede ser fundamental en una primera consulta” o para ver que “un abdomen abultado puede ser debido a sobrepeso o a un cáncer de ovario”, señaló. “Creo que un 50% de telemedicina y un 50% de atención presencial sería estupendo”.
Dr. Almeida: “Con la telemedicina podemos llegar al diagnóstico de la obesidad y al control de la composición corporal”
En el tratamiento de la obesidad, una de las enfermedades crónicas de mayor prevalencia en España, “las circunstancias del paciente son tan importantes como el propio tratamiento, uno nos llevará al otro”. Así lo entiende el Dr. Jordi Schlaghecke, que desde su consulta privada lleva años adaptándose a esas circunstancias. Desde pacientes que viven lejos de la consulta a otros que viajan constantemente. Así, en 2017 optó por ofrecer consultas y seguimiento mediante telemedicina.
Su experiencia, en un principio con aplicaciones “domésticas”, facilitando materiales didácticos en vídeo y PDF o con un chat abierto las 24 horas del día, le ha llevado a tener un 67% de consultas telemáticas este año. “La telemedicina puede mejorar la efectividad de las intervenciones clínicas para la pérdida de peso y así lo reflejan los estudios. La pérdida de peso que encuentro con los pacientes presenciales y los que atiendo online es exactamente la misma”, explicó.
Dr. Schlaghecke: “La pérdida de peso que encuentro con los pacientes presenciales y los que atiendo online es exactamente la misma”
¿Y la protección de datos personales?
La protección de los datos personales y la información clínica de los pacientes es una de las claves para que la telemedicina pueda afianzarse. Y también es un aspecto comprometido. Según Manuel Villalón, cofundador de la plataforma de telemedicina Opensalud, “una historia clínica vale muchísimo más que un tarjeta de crédito”. Por lo que recomendó a los médicos que comienzan a ofrecer sus servicios a través de la telemedicina “tener las mejores herramientas tecnológicas por su funcionalidad y por su seguridad y la del paciente en un entorno crítico como es la salud”.
Villalón recordó que durante la pandemia de Covid “los incumplimientos de privacidad han sido clamorosos”. La emergencia sanitaria ha acelerado los procesos de digitalización, pero no siempre se han hecho con herramientas que protegen la privacidad y seguridad de la información sobre la salud del paciente.
Manuel Villalón: “Una historia clínica vale muchísimo más que un tarjeta de crédito”
En este sentido se pronunció Luis García Ordóñez, gerente senior de Desarrollo de Negocios de Salud Digital en Grupo DKV. “La Agencia de Protección de Datos española y del resto de países europeos están un poco relajadas con respecto a la protección de datos en materia sanitaria. Pero tenemos que ver qué ocurre cuando empiecen a moverse y ver qué va a pasar con empresas y profesionales de sanidad que están usando herramientas que no están recomendadas ni diseñadas para esto”.
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