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Dada la importancia de la odontología en la cardiología, el Dr. Carlos Franco, cardiólogo del Hospital Universitario Príncipe de Asturias, explica su relación. Carlos Franco entiende que el escaso tiempo de consulta no permite atender adecuadamente este problema a pesar de su importancia.
¿Existe relación entre enfermedad cardiovascular y periodontitis?
Claro que sí, desde luego. Pero esta relación es verdad que puede todavía sorprender a muchas personas, y sin embargo tiene una extraordinaria trascendencia, y sus consecuencias son de un alto coste social y en términos de salud. En realidad, se trata de una cuestión de higiene, higiene con mayúscula, y por tanto tiene una estrechísima relación con el desarrollo socioeconómico y cultural de un país. Desde siempre se ha relacionado la salud total con la salud en general, pero solo desde los últimos tiempos, desde las últimas décadas, se ha establecido una relación científica y se estudia en profundidad los mecanismos de esta relación. O sea, que sí existe y es extraordinariamente relevante la relación entre enfermedad cardiovascular y la periodontitis.
“Es extraordinariamente relevante la relación entre enfermedad cardiovascular y la periodontitis”
¿Esta relación es causal o casual?
Bueno, en el mundo científico el término casual o casualidad tiene escasa cabida, por tanto, es un término de otros tiempos. Es una pregunta que se ha hecho la humanidad durante muchos años, pero actualmente se sabe que la cavidad bucal está colonizada por multitud de gérmenes y la causa es que el aumento de estas bacterias provoca inflamación de las encías, esto que se llama gingivitis. Y eso favorece el paso al torrente sanguíneo, tanto de las bacterias propiamente dichas como de sus productos de inflamación, los derivados del propio proceso inflamatorio.
El Dr. Carlos Franco explica que las bacterias de la boca pasan al torrente sanguíneo y pueden actuar directamente sobre el músculo cardiaco
Estas bacterias pueden actuar directamente sobre el músculo cardiaco y provocan enfermedades como la endocarditis, o bien los productos de la inflamación actúan sobre los mecanismos que favorecen la arteriosclerosis. Y este será el tema. La aterosclerosis; es decir, la formación de placas de ateroma en el interior de las arterias en general de todo el organismo, pero de las arterias coronarias, o sea de las del corazón en particular. Y eso disminuye el flujo sanguíneo en el corazón que se expresa en lo que conocemos científicamente como síndromes coronarios agudos, o sea la angina de pecho, el infarto de miocardio o la muerte súbita. Así que no hay relación casual sino causal.
¿Son los cardiólogos conscientes de la conexión entre la periodontitis y la enfermedad cardíaca?
Desde luego esto es un gran problema. En el programa MIR, desde formación de especialistas en cardiología el tema de la inflamación y la infección de las encías en relación con las enfermedades cardiovasculares es un tema de máxima actualidad, tanto por su interés científico como por sus consecuencias prácticas. Y se hace especial hincapié en las implicaciones terapéuticas y en las complicaciones que puede tener este hecho. Sin embargo, somos conscientes todos de que el día a día de la consulta, bien por presión asistencial o bien por otra causa, creo que no se incide suficientemente en este aspecto con nuestros pacientes.
En el programa MIR se hace especial hincapié en la conexión entre la periodontitis y la enfermedad cardíaca
¿Qué recomendaciones odontológicas puede dar un cardiólogo?
Todo cardiólogo, desde luego, debe conocer la relación que existe entre el proceso infecto inflamatorio bucal y la cardiopatía isquémica, por ejemplo. Es un principio básico, sin embargo, que nunca debemos olvidar y que tanto enseñamos a nuestros alumnos, que no tratamos enfermedades sino enfermos. Son personas que tienen una enfermedad, no es la enfermedad en sí misma la que entra por la puerta en nuestras consultas. Y por tanto, hay que mirar todos los aspectos que pueden ayudar al paciente en nuestro diagnóstico. Es decir, el consejo que hay que dar al paciente siempre tras examinarle exhaustivamente y pensar, no olvidar de las cavidades bucales o puede ser fuente de cardiopatías.
Dr. Carlos Franco “Todo cardiólogo debe conocer la relación que existe entre el proceso infecto inflamatorio bucal y la cardiopatía isquémica”
El consejo es acudir al dentista siempre para revisión periódica o para tratamiento. De hecho, por ejemplo, hoy se pospone cualquier cirugía mayor si se detecta una infección bucal. De ahí la extraordinaria importancia que tiene la colaboración entre odontólogos y cardiólogos. La consulta es el sitio, desde luego, donde hay que dar el consejo y hay que siempre tener presente la posibilidad de que nunca se diagnosticara nada en lo que no se piense. Y hay que pensar que la cavidad bucal es o puede ser causa de cardiopatías.
¿Se necesita más investigación sobre el efecto del tratamiento dental en pacientes con enfermedades cardiovasculares?
Claro, no solo hay que seguir, es que es la fuente de un gran ahorro, tema que quizás se olvida desde las esferas políticas en el que el día a día es el que cuenta. Es un gran ahorro investigar, y está demostrado además la relación entre enfermedad dental y enfermedad cardiovascular. Sin embargo, los mecanismos por los que esta relación existe, esos son los que precisan de nuevas investigaciones. Estas investigaciones deben centrarse principalmente en esas sustancias mediadoras del proceso inflamatorio del que aún se desconoce su función en el desarrollo de, por ejemplo, enfermedades reumáticas como la artritis reumatoide lupus, de enfermedades sistémicas como la diabetes, y desde luego, de enfermedades cardiacas como la cardiopatía isquémica. Es decir, los mecanismos de inflamación son hoy día la diana de las investigaciones científicas.
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