..Luis A. de Haro. Director general de iSanidad.
El Hospital Isabel Zendal ha sido inaugurado el 1 de noviembre. Estaba la presidenta de la Comunidad, consejero de Sanidad, consejero de Hacienda, altos cargos, representantes políticos… pero ni pacientes ni profesionales. ¿Eso es un hospital? Desde luego hubiera sido peor inaugurar el hospital con pacientes y profesionales y utilizarles como partes del atrezzo.
A partir de ahora sí comienza un trabajo arduo. Con pacientes y con profesionales el hospital necesita estar dotado de una importante utilidad. No solo tiene que descargar de actividad Covid al resto de hospitales, tiene que servir para algo más. Una vez que pase la pandemia no puede quedar medio vacío o con uso reducido. Es necesario determinar claramente cuáles son las necesidades futuras y los usos futuros que puede tener.
Desde luego hubiera sido peor inaugurar el hospital con pacientes y profesionales y utilizarles como partes del atrezzo
Lo que sí está claro es que no se puede hacer una previsión de las próximas pandemias, ni su dimensión, ni las respuestas que necesitará, ni sus necesidades. Al Hospital Isabel Zendal le hacen falta más utilidades en el futuro. Y este futuro debe ser próximo porque la incidencia del coronavirus va bajando, y se espera que las vacunas ayuden más todavía.
Sin embargo, es necesario descargar a los hospitales de los problemas Covid. Oncología, trasplantes, cardiología y el resto de patologías necesitan recuperar toda su actividad. Parece que a día de hoy vendrá muy bien, pero cuando tenga los suficientes recursos humanos.
Los epidemiólogos de izquierdas lo consideran innecesario, los de derechas un éxito. Todas las críticas, positivas y negativas, están vinculadas a posiciones políticas, y este es el gran problema de la sanidad.
La mera existencia del Hospital Isabel Zendal vuelve a poner de manifiesto la necesidad de un pacto por la sanidad
La mera existencia del Hospital Isabel Zendal vuelve a poner de manifiesto la necesidad de un pacto por la sanidad. No se puede programar la actividad asistencial en función de los intereses políticos de quien gobierna. Aprendamos de una vez.